Dos semanas después, y tras un parón consecuencia del Covid-19, el Linares Deportivo inició la segunda fase de la competición de Segunda B como dejó la primera, con victoria por la mínima ante el Algeciras CF (1-0) gracias a un golazo de Chendo en el minuto 25 de la segunda parte.
Una victoria muy especial para el equipo, que llegó al encuentro falto de preparación por razones obvias y encontró petróleo a base de insistencia, fe y un descaro aplastante. Decía Alberto González en la rueda de prensa previa al encuentro que sus futbolistas podían ganar pese a las dificultades y así fue. Victoria luchada que aúpa al equipo a la segunda plaza de la liguilla, sólo por detrás de UCAM, y lo acerca a los playoffs de ascenso al fútbol profesional.
El duelo dejó clara una cosa desde el pitido inicial: los azulillos, pese a algunos cambios en el once tipo dadas las circunstancias, iban a jugar como siempre, presionando muy arriba a su rival sin importar las consecuencias. La realidad es que, tras unos minutos de idas y venidas donde Hugo Díaz pudo romper las tablas, el Linares Deportivo se hizo claro dominador.
Si bien no se crearon ocasiones manifiestas de gol durante el primer tiempo, la intensidad de los locales superó a los hombres de Salva Ballesta, que navegaron a contracorriente. Un centro-chut de Perejón pasados los 15’ tras una jugada personal estuvo a punto de superar a Vallejo, que colocó bien la manopla a ras de césped para desviar el cuero. Los mineros, bien situados, se apropiaron del espacio y fueron ganando metros con el transcurso del partido.
En cada internada por banda o saque de esquina se mascaba el gol, aunque fueron los rojiblancos los que la tuvieron franca justo antes del descanso. Una pared al borde del área entre Ubis y Romero puso a Linarejos con el corazón en un puño. Por suerte, el disparo del segundo salió por encima del larguero de Razak. Aquello resultó un espejismo porque tras la vuelta de vestuarios el Linares Deportivo subió una marcha para decantar la balanza a su favor.
Carnicer, por dos veces, estuvo cerca. Primero, tras aprovecharse de un robo de balón de Hugo Díaz a escasos metros de la frontal. El linarense se plantó completamente solo ante Vallejo, que salvó a los suyos con una buena parada. Después, tras zafarse de su defensor, colocó un buen balón que no encontró rematador. No hubo que lamentarse durante más tiempo porque, tras el carrusel de cambios, Chendo encontró el premio que se le escapó ante el Lorca.
Una pelota rebotada y sin dueño en el área le bastó. Aprovechando el bote y tras cerciorarse de que el meta rival estaba ligeramente adelantado, ‘El Tigre’ la colocó por encima para alegría de la parroquia, los 400 presentes y los miles que lo veían a través de Footters. Era el minuto 70 y aún quedaba un repecho largo para el final, pero los azulillos apenas sufrieron y ataron tres valiosos puntos para enterrar fantasmas y poner fin a varias semanas complicadas.
Los futbolistas, emocionados, no dudaron en dedicársela a su compañero José Cruz, que a pesar de haber perdido a un familiar cercano en las últimas horas quiso estar con el equipo. Paso de gigante hacia el nuevo objetivo: estar en el segundo escalón del fútbol español. Apostar por esta plantilla es un valor seguro.
Fuente: Linares Deportivo
Fotografías: Carlos Hugo García
