El pequeño Luis tiene apenas veintidós meses y, como no puede ser de otra manera, su cara desprende alegría, felicidad, ternura, cariño y mucho amor. A pesar de su corta edad, ya se le puede considerar todo un luchador, pues sufre una dolencia de tipo neurológico que le impide caminar y expresarse correctamente. Por esa razón, sus familiares apelan a la solidaridad de la ciudadanía y solicitan todo el apoyo necesario, por mínimo que sea, para que este bebé pueda ser intervenido y ganar, así, en calidad de vida.
“Siendo Luis muy pequeñito empezamos a darnos cuenta de que andaba mal porque ponía los pies de puntillas y no llegaba a apoyar las plantas en el suelo. Además, también tiene dificultades para hablar, así que decidimos llevarlo al médico y dos especialistas han coincidido en que puede ser por un problema neurológico. Lo peor es que, según nos dicen, habría que esperar diecisiete años para poder operarlo, teniendo en cuenta su situación y aspectos como su crecimiento y desarrollo”, dijo José Luis Flores, tío del bebé.
Los primeros pasos que dio la familia hacia la búsqueda de la curación les dirigieron a Sevilla, a una clínica especializada de carácter privado, en la que les aseguraron hasta en un setenta por ciento la recuperación del pequeño Luis. Una solución más que necesaria pero que se escapa de las capacidades económicas del núcleo familiar, cuya situación es bastante complicada. De ahí que estén dispuestos a pedir cuanta ayuda puedan para hacer que el bebé pueda recuperarse y, algún día, caminar sin ningún problema.
“Tenemos que avanzar en este tema y tratar de no perder el tiempo. Ahora le van a poner unas prótesis para estabilizarle los pies, las cuales debe llevar tanto de noche como de día, pero con eso no es suficiente para que pueda caminar con total normalidad”, indicó Flores.
A pesar de todo, Luis muestra ganas, intenciones y comportamientos propios de un niño de su edad, de ahí que reaccione con naturalidad ante otros pequeños. “El chiquillo se pone muy nervioso e impotente porque ve a sus primos y otros niños como él y, lo primero que quiere, es andar e irse con ellos, pero como no puede, se nota que lo pasa muy mal. Él los señala y demuestra que quiere ir a jugar con ellos, pero no puede y llora”, confiesa María José Moreno, la madre de este pequeño.
El dolor, la impotencia y la frustración por la situación de Luis se apodera de su familia y, en especial, de su joven madre, quien demuestra una gran fortaleza y coraje para luchar por su hijo hasta el final: “Yo quiero ver a mi hijo andar bien. Me da mucha pena lo que le está pasando porque es muy cariñoso y no se merece esto. Quisiera verlo feliz, jugando, andando y corriendo como el resto, para que no sufra cuando sea mayor”, indicó María José. Juan José García Solano. JAEN.
Los esfuerzos de la familia de Luis se centran en poder encontrar todas las soluciones posibles para tratar la enfermedad del pequeño. El coste de la sanidad privada es muy elevado, de ahí que se haya pensado en iniciar una campaña de recogida de tapones solidarios. Una iniciativa similar a las que ya emplearon, con anterioridad, otras familias en situaciones parecidas a las de Luis. Asimismo, se abrirá un número de cuenta bancaria para que toda aquella persona interesada en colaborar en esta causa pueda contribuir y aportar su “grano de arena” para el bebé.
“Todo aquello que recibiéramos iría destinado, íntegramente, a sufragar la atención médica del niño, es decir, no se va a usar nada para algo que no tenga que ver con su recuperación, de ahí que justifiquemos todos los gastos por el bien de Luis”, indicó su tío.
