Es en esta época del año cuando su trabajo es más requerido. Los 40 efectivos con los que cuenta el Cuerpo de Bomberos de Linares viven desde el mayo y hasta la llegada de septiembre, los meses de más actividad. Las altas temperaturas y, en muchas ocasiones, la imprudencia de la ciudadanía hacen necesaria su presencia para sofocar incendios, especialmente ahora.
Además de desempeñar esta labor en Linares, dan cobertura a otros doce localidades de la comarca. «De todos los municipios en los que trabajamos, prácticamente, en ninguno tenemos grandes masas forestales, por lo que lo que más atendemos siembras, pastos, quemas en parcelas y cosas de este tipo que constituyen un 90% de nuestras actuaciones», explica Juan José Molero, jefe del Parque de Bomberos.
Él es el que coordina a los 39 bomberos restantes de la plantilla. La vida en el parque se puede asemejar a la que se realiza en cualquier empresa, salvando las distancias en algunos aspectos. Los turnos son de 24 horas. Así, los 7 bomberos que hay por turno (a los que se suman el propio Molero y Jesús Padilla, oficial técnico, de lunes a viernes), entran a las 8 de la mañana.
Comienzan haciendo ejercicios para su mantenimiento físico y, a continuación, se ocupan de la revisión de vehículos, materiales y otras labores que programan día a día en el parque y que son interrumpidas cuando que reciben un aviso. En el centro de control siempre hay un bombero que se ocupa de recepcionar las llamadas y comunicaciones que les llegan por diversos medios (Servicio de Emergencias 112, por vía telefónica de particulares, tres emisoras y un teléfono directo que solo conocen ellos), y que nada más informarse de lo que está ocurriendo sale de este espacio para comunicárselo a sus compañeros.
Por si fuese necesario, también hay otros 6 profesionales con guardia localizada. Para realizar el servicio cuentan con una flota de 10 vehículos, aunque no todos los usan. El último vehículo fue uno de rescate pesado, que fue adquirido hace tres años, gracias a la partida que el Ayuntamiento iba a ser destinar a la celebración del campeonato de ajedrez. Y es que desde el Consistorio consideran que el trabajo que ellos realizan es fundamental.
«Valoramos, por supuesto, su labor, y en estas fechas en las que tienen un trabajo más arduo porque tienen que salir muchas veces al campo a intervenir en incendios pero, evidentemente, hacen una labor muy importante durante todo el año», dice Luis Moya, concejal de Seguridad Ciudadana. Manuel es uno de los bomberos y coincide con el edil en que viven unas semanas complicadas de trabajo por los fuegos de pasto que tienen que sofocar. La relación entre los profesionales también juega un papel fundamental en el funcionamiento del parque. Al tener turnos de 24 horas, siempre hay momentos en los que si han terminado su trabajo diario y no hay avisos, tienen tiempo ‘libre’. Lo suelen emplear en hacer ejercicio físico, ver la televisión, leer o charlar con los compañeros.
El parque de bomberos de Linares también cuenta con una bombera, Nieves. Reconoce que se ha acostumbrado a trabajar solo con hombres ya que «te habitúas a estar con ellos y a su ambiente, pero no siempre es fácil», dice. Lleva 19 años y confiesa que sus hijas «lo ven con un enfoque positivo que su madre sea bombera», apunta. Jéssica Soto. IDEAL.
