Las mejores opciones para buscar financiación a la hora de emprender
Bien, tienes una idea de negocio pero siempre falla lo mismo: la financiación. Pocas personas disponen de un capital suficiente para poner en marcha la empresa y siempre hay unos gastos iniciales que hay que sufragar.
Es cierto que no todos los autónomos o empresas van a necesitar el mismo presupuesto para iniciarse. Si es una tienda física será un importe mayor, pues hay que incluir alquiler o compra de un local, más el género y todos los gastos iniciales (autónomos, fianzas, licencias, etc.). No obstante, hoy en día gran parte de las empresas que se inician ya son digitales y hay mucha más facilidad que antes para poner en marcha una empresa.
Aquí te decimos las financiaciones más comunes:
Préstamo bancario
Siempre donde primero acudimos es a una entidad bancaria. Es donde mayor importe nos van a poder facilitar, eso si, no siempre nos lo concederán. Aquí podemos informarnos también de los préstamos ICO, especiales para autónomos, y de todas las opciones de financiación que nos ofrecen estas entidades. Casi siempre será necesario un aval para asegurarse la devolución del dinero. Pero cada entidad tiene sus propias condiciones, así que habrá que consultarlas personalmente.
Empresas financieras privadas
Hay muchas financieras que te facilitan una cantidad de dinero en poco tiempo, aunque siempre en este caso como en el anterior hay que mirar bien las condiciones y los intereses finales que nos cobrarán.
Empresas como Credy pueden llegar a concederte hasta 750 euros al momento a devolver en 30 días. Otras lo hacen con cantidades más altas, para poder devolverlo en varios meses. Todo es buscar y gestionar el que mejor te venga.
Ten en cuenta que si, por ejemplo, quieres poner una tienda online y hacerte con un stock inicial, con una cantidad pequeña tendrías suficiente para comenzar, y con la ganancia que vayas obteniendo a lo largo del mes poder pagar ese pequeño préstamo. Por tanto, es una opción bastante viable para negocios digitales. Si necesitas una inversión mayor, una cantidad pequeña «extra» siempre puede ayudarte un poco más para los gastos imprevistos que siempre conlleva el inicio de un negocio.
Ayudas y subvenciones públicas
Las administraciones públicas (Gobierno central, regional, ayuntamientos, diputaciones, etc.) siempre suelen tener en marcha alguna línea de ayudas para nuevos emprendedores. Eso sí, los trámites son algo tediosos y siempre es bueno que los hagas con ayuda de un asesor.
Una de las desventajas en este caso es que, siempre suele pasar un tiempo desde que se solicita hasta que se hace efectivo el pago. Normalmente tienes que empezar la actividad con un capital propio, y luego recuperar la inversión cuando recibas el dinero.
Campañas de «crowdfunding»
Siempre puedes iniciar una campaña de «micromecenazgo». Un mecanismo colaborativo de financiación de proyectos que puedes iniciar en cualquiera de las muchas páginas que se dedican a ello. Inicias una campaña y a partir de ahí puedes empezar a recaudar fondos. Quien quiera colaborar en el proyecto podrá donar una cantidad pequeña y así poco a poco poder conseguir el objetivo.
Aceleradoras de empresas
Siempre puedes consultar en tu zona que «aceleradoras de empresas» hay. En ellas puedes recibir mentorización y asesoramiento para tu proyecto, así como algunas opciones de financiación.