Sobre Lolo y sus libros – Ñoño
“A María de los Ángeles, María del Mar, Quique, Alfredín y todos los niños, en especial a los de Linares, que esperan ilusionadamente ese cuento.
A Paqui también, que conoció a Ñoño y os puede decir cómo era.”
Ñoño
Dedicatoria
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que este libro de Lolo es más que especial. Para empezar, es un cuento publicado, digamos, como tal y no insertado en un periódico o en una revista que era la forma más habitual de que el linarense universal publicara este tipo de creaciones. Y es que para nuestro amigo merecía la pena dedicar a Ñoño algo así.
También es especial porque el libro está ilustrado, nada más y nada menos, que por don Francisco Baños Martos, más conocido como Paco Baños, el gran pintor de Linares.
También especial por la propia edición. Y eso lo decimos porque la misma es de 1970 y, para entonces, a Lolo ya le habían publicado los libros editoriales, digamos, al uso o, lo que es lo mismo, normales y corrientes. Sin embargo, para este libro-cuento es él mismo quien lo edita pues pone, justo debajo de la indicación de la autoría de las ilustraciones pone, decimos, lo siguiente:
“Ediciones: ‘M.L.G.’
Y a nosotros no se nos ocurre otra cosa que pensar que el tal M.L.G. no es otro que Manuel Lozano Garrido, entonces ya famoso escritor y periodista.
Pero también es especial por el formato del libro porque está publicado en tamaño A4 o, lo que lo mismo, tamaño folio con lo que los maravillosos dibujos de Paco Baños lucen en todo su esplendor que es mucho y más que mucho.
Pero ¿Quién es Ñoño”. Pues éste:
“Ñoño tenía los ojos el azul del cielo a las once de la mañana, y el pelo tan rubio como el anillo de una madre. Su cara era redonda, salpicada de pecas y una naricilla que venía a ser el pellizco que se ha hecho con gracia a un bizcocho.”
En fin… Ñoño, que como niño, corría las más fantásticas aventuras adaptadas a su edad, como podemos imaginar.
Los títulos de los capítulos nos dicen mucho acerca del contenido del cuento. Y son: ‘El Garbanzal”, que era como llamaban a la casa donde vivía Ñoño con su familia; ‘El bosque’, donde corría tantas aventuras; ‘Asta fina’, que es el nombre de una cierva; ‘El invierno’, momento en que Ñoño tiene que ir a pueblo en busca del médico para que cure a su Padre; ‘La fiesta’, donde acuden a divertirse; ‘La escuela’, donde Ñoño fue a aprender sus primeras letras algo mayor como ya era…; ‘Niño triste’, pues Miguelín lo estaba por su enfermedad aunque Ñoño mucho se alegra del día de la Primera Comunión de su hermano; ‘El viaje’, que hace Ñoño para vivir con Bartolo, el hermano de su madre, maquinista de tren; ‘El tren’, del que se hizo amigo Ñoño; ’Humo Blanco’, nombre de una ‘locomotorita’; ‘El sueño de Miguelín’, que no era otro que montar en una locomotora; ‘A 120 por hora”, momento en el que Ñoño consigue que Humo Blanco se salga de la vía y vaya a ver a Miguelín; ‘S.O.S.’, cuando llegan a su casa y, por fin, ‘Humo Blanco te saluda’, cuando Miguelín conoce a la locomotora…
En fin, un cuento, Ñoño, Lolo.