La historia de SIRA nos ha llegado a muchas personas directa al corazón.
Quienes somos amantes de los animales, y en especial de nuestros peludos no podemos evitar ponernos en su lugar.
Llegan a nuestras vidas a llenarlo todo de alegría, y sabiendo que su vida suele ser más corta que la nuestra, nos esforzamos en hacérsela bonita, divertida y sobre todo que se sientan amados y una parte esencial de nuestra familia.
Es imposible devolverle todo lo que nos dan, pero si compensarlos con cuidados y mimos. Y eso es lo que hacía con creces la familia de SIRA, quererla, cuidarla y que ella fuera parte de ese hogar, que hoy la añora y se desespera pensando en cómo estará, cómo se sentirá…
Y si para algo positivo sirven las redes es para unirnos a otras personas y apoyarlas en sus historias, en esas situaciones que nos duelen nada más leerlas y que nos activan como sociedad y nos hacen movernos para buscar salidas y soluciones.
Os cuento su historia:
A Sira la trajo su familia desde Córdoba con un mes y medio de nacida. Desde que llegó fue un torbellino de alegrías y también de obediencia. Siempre que podía acompañaba a la familia a hacer sus actividades cotidianas, y disfrutaba de sus largos paseos.
El día 30 de marzo, se quedó como siempre en la cochera en la que dormía con la puerta cerrada. Al día siguiente, al ir a sacarla para su paseo, la puerta permanecía cerrada pero SIRA no estaba. Su hermano perruno si estaba allí…
La familia sólo la quiere de vuelta. No quieren saber más, ni hacer preguntas. Sólo que la devuelvan a su hogar y están sufriendo mucho su ausencia.
Por eso, si quien lea este artículo sabe donde está, te pido que avises a la familia para que puedan recuperarla. Si me lee quien la tiene, por favor, devuélvela que nadie hará preguntas. La familia, que se describe como trabajadora y sencilla, haciendo un gran esfuerzo ha reunido 1000€ para recompensar a quien la encuentre y la devuelva.
Si la veis, cogerla, es una perra muy buena y dulce. Y después llevarla a dependencias policiales o a alguna veterinaria para la lectura del chip y que sea de vuelta a ese hogar que tanto la espera y no pierde la esperanza de encontrarla.
Firmado: Ana Verona