La tarde del Jueves Santo en Linares comenzaba con un cielo azul y con un sol brillante que anunciaba una tarde llena de fervor, belleza y emotividad. Todo se inició cuando los sones de la Banda de Cabecera del Rescate inundaban la calle Nueva comenzando, así con su habitual pasacalles. Recorriendo diversas calles de la ciudad llegaron a la Parroquia de Santa María donde, “El Gitano”, Nuestro Padre Jesús del Rescate, les esperaba para comenzar el desfile procesional.
Así, a las 16:45 horas, la Cruz de Guía aparecía por la puerta y un Señor radiante asomaba por la misma e iniciaba su camino hacia El Pósito, donde como años atrás, “El Gitano de Santa María” “liberó” a una presa, de 47 años de edad, que cumplía condena por un delito menor y a la que aún le quedaban quince meses para la total libertad.
Poco después, aparecía María Santísima de los Dolores, “La Lola”. De esta manera, todo el cortejo se reordenó para llevar el fervor de la Cofradía Trinitaria a las calles de Linares.
A esa misma hora, pero en otro punto de la ciudad, concretamente en la Iglesia de San Agustín, Nuestro Señor Jesucristo en su Prendimiento seguido de Nuestra Señora del Rosario hacían las delicias de los que allí se encontraban a las puertas del templo para contemplar como un Jesús prendido era cobijado por una Madre en cuyo rostro se podía ver el dolor y la desesperación.
De la estación de penitencia destacar su paso por calle Rosario en el casco antiguo de la ciudad, donde muchos cofrades linarenses se agolpan para sentir de cerca el paso del Hijo y de la Madre, mecido al son de saetas, cornetas y tambores e impregnado por el olor característico de esta época, el incienso.
Algo más tarde y cuando había caído la noche, Nuestro Padre Jesús de la Columna y Nuestra Señora de la Amargura asoman por la Parroquia de Santa María La Mayor para disfrutar de “Columna y Amargura”.
Entre las novedades de esta Hermandad, cabe destacar la incorporación al paso de misterio de un soldado romano que viene a completar el conjunto escultórico. Por otro lado, la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Columna estrenó indumentaria.
Al igual que ocurrió el Martes Santo con La Humildad, La Columna visitó el Convento de las Hermanas de la Cruz, donde se pudo notar la emotividad y el sentimiento con el que le cantaron al Señor y a la Señora.
Y, así, poco a poco, “Columna y Amargura” nos anunciaban que el Jueves Santo se acababa, pero que llegaba “La Madrugá”.
Redacción y fotos: Almudena Garrido
