El colectivo de taxistas de la ciudad está dispuesto a defender su trabajo y pide que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad los ayude. El gremio que opera en la ciudad y en la Estación Linares-Baeza, un total de 40, solicita a la Policía Local y a la Guardia Civil que controlen más a lo que ellos consideran un ‘pirateo’ del servicio por parte de personas que no ejercen de forma profesional este oficio.
«Pedimos al Ayuntamiento que nos apoye y que, a través de la Policía Local, y también a la Guardia Civil, que se denuncie a la gente que utiliza sus vehículos particulares para hacer de taxistas. Nosotros pagamos impuestos y tenemos una serie de gastos y se trata de una competencia desleal», apunta Francisco Pino, presidente de la asociación de taxistas de Linares.
Este es el caso de la conocida aplicación móvil ‘BlaBlaCar’. Para los taxistas, perjudica más al servicio de autobuses que a los taxis, pero aún así han notado cómo muchos de los clientes optan cada vez más por hacer sus desplazamientos con ‘taxistas’ amateurs. «La gente joven coge un taxi para que los llevemos hasta el punto donde han quedado con su Blablacar. Creemos que esto es ilegal porque se ha convertido en un negocio ya que se anuncian en medios de comunicación», sostiene el presidente. Estas prácticas, sumadas a la crisis económica, ha hecho que en Linares haya descendido el uso del taxi en un 50% en los últimos años.
Denuncian a su vez, la presencia de los llamados ‘VTC’. Se trata de coches de alquiler con conductor, y que llevan colocada la etiqueta ‘SP’ (Servicio Público), algo que también lo clasifican como ilegal puesto que se trata de empresas que poseen coches y que contratan a chóferes, «pero ellos tampoco pagan impuestos», destaca Pino.
Ya se reunieron con anterioridad con la Policía Local, agradecen la predisposición del Cuerpo de Seguridad, pero insisten para que este problema no caiga en el olvido.
Para reforzar sus argumentos, el presidente del gremio en Linares recuerda que ellos tienen que pasar una inspección todos los años, que verifica el estado del vehículo y que, además, han invertido dinero en incorporar las últimas tecnologías al servicio. «Nos hemos actualizado en el tema informático con el teletaxi, y ahora es el compañero que está más cerca del destino el que acude a la llamada del cliente, por lo que sale ganando el usuario porque la tarifa es menor. También hemos creado una app, que se llama Pidetaxi. Todo eso ha supuesto un desembolso para nosotros pero lo hemos hecho para mejorar el servicio al cliente», dice el presidente.
Por último, varios de ellos estuvieron presentes en la manifestación que se hizo en Madrid, y en otra en Córdoba, para protestar por lo que ellos consideran una desregulación del sector por parte de la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) y que favorece directamente a aplicaciones como Uber o Cabify, entre otras. Jéssica Soto. IDEAL.
