El proyecto Forum MMX en Cástulo, que ahora finaliza, ha sacado a la luz importantes descubrimientos como el Mosaico de Los Amores (2012) o la Patena con unas de las primeras representaciones de Cristo (2014), que han llevado a los investigadores a concebir nuevas teorías sobre el urbanismo romano.
Sobre una suave planicie orientada al mediodía, a cinco kilómetros de Linares (Jaén), hay una dehesa de unas 50 hectáreas donde se encuentra el sitio arqueológico de Cástulo.
Las excavaciones en esta zona se remontan a los años setenta, pero el proyecto Forum MMX comenzó en 2011 con el objetivo de hallar el foro romano, una meta en principio modesta, en la que durante cinco años se han afanado cientos de trabajadores, voluntarios, estudiantes, investigadores e incluso grafiteros, a los que los hallazgos les han empujado a comprender que la ciudad les deparaba otras sorpresas.
Según ha explicado a Efe el director del Conjunto Arqueológico, Marcelo Castro, los descubrimientos, algunos como el mosaico de Los Amores, destacado como uno de los hallazgos del año por ‘National Geographic’, les han hecho cambiar las teorías iniciales abriéndoles los ojos a una ciudad de una importancia económica y política más compleja, donde no todo sucede necesariamente alrededor del foro.
Se han descubierto dos lugares del centro monumental del Cástulo romano que, inicialmente, se han identificado con edificios públicos relevantes de la ciudad en los siglos I y II, y que son reedificados en época bajo-imperial, para albergar respectivamente, un edificio religioso cristiano y una temprana judería.
Forum MMX termina. Ahora empieza «Siglo XXI en Cástulo», un proyecto de seis años con el que se busca «abrir ventanas a distintos momentos de una secuencia, ilustrar 4.000 años de historia de la ciudad, que es en definitiva historia de Andalucía», según Castro.
El año pasado ya se realizaron prospecciones preliminares en zonas iberas y en las próximas campañas se centrarán en esa secuencia histórica, justo cuando el lugar era capital de la Oretania y entre otros personajes históricos la princesa Himilce caminaba por sus calles o se casaba con el cartaginés Aníbal.
Hay que tener en cuenta que el oppidum ibero-romano de Cástulo, uno de los más extensos poblados fortificados de la Península durante la antigüedad, apenas si está excavado en un uno por ciento, y no sólo fue escenario de la Segunda Guerra Púnica, sino que se sabe que contaba con un acueducto, una red de desagües, termas, teatro… y según los escritos, tenía puerto, ahora bajo el cauce, porque el Betis (Guadalquivir) era navegable hasta allí.
Ya este año un equipo americano, formado por cinco estudiantes y el arqueólogo y profesor de Historia del Arte de la Universidad de Chapman, situada en California (Estados Unidos), Justin Walsh, han excavado una casa ibera.
En este año de transición, se han realizado trabajos en cinco áreas, entre ellas en la denominada Torre Púnica, que guarda un estrecho paralelismo con las fortificaciones del propio Cartago y donde se ha descubierto que después fue utilizada como templo.
En septiembre se realizarán tareas de redacción de la memoria científica del proyecto, le darán vueltas a su publicación y pondrán a disposición de los investigadores los descubrimientos a través de la red, porque lo importante es que «Cástulo y todo lo que entraña sea conocido».
Ana B. Sola. EFE.