Linares, cien días de debate

Linares, cien días de debate

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El quinto mandato municipal del socialista Juan Fernández al frente del Ayuntamiento de Linares se iniciaba con la intención de hacer de este mandato municipal una etapa marcada por el consenso y diálogo en la toma de decisiones. De todo ha habido desde entonces, mucho diálogo, aunque pocas decisiones hasta el momento.

Por primera vez, la hegemonía de PSOE y PP en el Consistorio de la ciudad minera se veía rota con la llegada de nuevos grupos, como Ciudadanos y Cilus, y el aumento de concejales de IU, pasando de tres a cuatro. Atrás quedaron las mayorías absolutas del PSOE en mandatos anteriores o los debates políticos a dos bandas. Ahora se hace necesaria la negociación. «Tenemos la obligación de dirigir a la ciudadanía pero de obedecerle también. Queremos continuar con la simpatía por la política de pactos y acuerdos que se han alcanzado en los últimos meses y evitar las desavenencias entre los partidos», señalaba Juan Fernández en su investidura como alcalde por quinto mandato consecutivo, el pasado mes de junio.

Sin embargo, desde entonces, y con apenas dos plenos ordinarios municipales celebrados en el nuevo mandato, pocas han sido las decisiones que se han tomado bajo la premisa del consenso, más allá de los puros trámites administrativos propios del funcionamiento habitual.

Más diálogo

El consenso y diálogo anunciados en la investidura, una declaración de buenas intenciones por parte de los cinco grupos políticos municipales, han favorecido un extenso debate en cada una de las sesiones plenarias a las diferentes propuestas que han presentado los partidos – algo que ha alargado sustancialmente la duración de cada sesión plenaria durante varias horas más de lo que hasta ahora era habitual -, pero poco han servido para la toma de decisiones.

La casi ya manida frase ‘se deja sobre la mesa y se estudia en comisión’ se ha convertido en la coletilla que cierra muchos de los debates municipales. La reducción de las subvenciones a los grupos políticos, la modificación del reglamento de participación ciudadana para una mayor participación de los colectivos en la redacción de los presupuestos, o la reactivación del Consejo Local de la Juventud, son algunas de las propuestas que, si bien parecen unificar a la mayoría de los grupos políticos municipales, han quedado a la espera de su estudio, análisis y debate en comisiones posteriores.

De esta forma, los 100 primeros días del nuevo mandato municipal de Juan Fernández se han caracterizado por una continuidad en la gestión que se venía realizando anteriormente, prueba de ello fue el primer acuerdo alcanzado por el nuevo pleno municipal, referente al Plan de Movilidad de la ciudad, dirigido a mejorar la circulación y tránsito dentro del municipio, y en cuyo desarrollo se ha venido trabajando en los últimos cuatro años.

Las nuevas fuerzas

La llegada de C’s y Cilus al Ayuntamiento de Linares ha supuesto la llegada de nuevas voces con respecto a la gestión municipal sobre algunos aspectos ya consolidados, como las subvenciones a los partidos políticos. De esta forma, el concejal de Cilus, Francisco Javier Bris, ha abierto la puerta – con el apoyo de C’s – a una revisión de las cantidades destinadas a sufragar los gastos de funcionamiento de los distintos grupos municipales, una propuesta que fue recogida favorablemente por PSOE e IU, aunque de momento no ha tenido más recorrido.

Igualmente, C’s y Cilus han sido las voces más críticas a algunas de las decisiones tomadas por el alcalde de Linares a lo largo del nuevo mandato, como la creación de un puesto de confianza para el exconcejal Joaquín Robles que, tras la pérdida de dos ediles por parte del PSOE en este mandato quedaba fuera del grupo municipal. La decisión, que Fernández justificaba ante la «situación de mínimos» en la plantilla municipal, pretendía «aprovechar el conocimiento técnico y político» atesorado por Robles a lo largo de sus ocho año, especialmente, en las áreas de Tráfico y Seguridad Vial.

Una decisión, potestad del primer edil, que despertó las primeras voces críticas por parte de los nuevos grupos de la oposición al considerar que dichas actuaciones podrían cumplirse por parte del funcionarios , a la vez que señalaban la «la falta de justificación» para la creación de este nuevo cargo.

Parón estival

De esta forma, con la llegada del mes de agosto y la feria de Linares, el nuevo mandato municipal ha cumplido los primeros tres meses de actividad sin grandes decisiones a la espalda y con una oposición que aún se encuentra en una fase de ‘avituallamiento’, pues cabe recordar que, de los quince concejales que se contabilizan entre los grupos de la oposición, sólo cuatro han formado parte de los dos últimos mandatos municipales. Irene Téllez. IDEAL.