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Las atracciones y las casetas detectan un repunte en el consumo en feria

feria-linares--575x323.jpgCuando los balances aún no se realizan sobre cifras cerradas sino por las sensaciones detectadas en los días atrás, los caseteros y feriantes aseguran que, con recuperación económica o sin ella, linarenses y visitantes han sido más proclives a aflojar el bolsillo durante estos días en la Feria con respecto a años anteriores.

Balance especialmente positivo entre las casetas gestionadas por las distintas hermandades de la ciudad con respecto al ambiente vivido durante los días de feria pues, aseguran, han sido «más de los esperados» los días en que el recinto ferial se percibía abarrotado y, con ello, el consumo en las distintas casetas. «Incluso el lunes 31 de agosto, que esperábamos que fuera algo más flojo después de los tres días de gran afluencia desde la noche del jueves al domingo, nos hemos visto sorprendido por el número de personas que han acudido a la caseta», reconoce Juan Francisco Merino Cuevas, hermano mayor de la Expiración, una caseta que mantiene la fórmula de la autogestión gracias a la colaboración de medio centenar de sus hermanos.

Del mismo modo, otra de las casetas que mantienen el carácter familiar, la del Nazareno, reconoce que se ha detectado, a falta de cerrar el balance, «más visitas y un aumento del consumo con respecto al pasado año». Así, con unos precios ‘congelados’ de un año a otro, y la puesta en marcha de bonos para las bebidas y comidas, se ha conseguido mejorar los resultados, según señala Manuel Gámez, portavoz de la cofradía.

Junto a la posible recuperación económica que favorece el consumo, hay quien señala a la existencia de menos casetas como otro de los factores que han favorecido una mayor afluencia en las instaladas en el recinto ferial, tanto aquellas de autogestionadas por la cofradías como las que han optado por arrendar sus barras, que han triunfado, especialmente, para disfrutar del ambiente más festivo y las noches de feria como es el caso de ‘El quinto pino’ del Rescate’ o ‘Los gavilanes’ del Descendimiento.

En este sentido, tanto desde la Expiración como desde el Nazareno reconocen que, frente a la propuesta de contar con casetas más reducidas para la próxima edición, en su caso no lo ven conveniente pues incluso hay situaciones «en las que se quedan pequeñas», si bien apuestan por favorecer otro diseño para facilitar la gestión de una caseta a colectivos más pequeños.

Ausencias en las atracciones

Algo menor parece haber sido, al menos según señalan los feriantes, la alegría con la que linarenses y visitantes han acudido a las diversas atracciones con las que ha contado la feria de la ciudad minera, donde la crisis «hizo mella hace muchos años».

En este sentido, los feriantes reconocen que, si bien este año se ha notado algo más de afluencia durante el fin de semana, la de Linares sigue siendo «una feria floja desde que empezó la crisis». «Ha estado algo mejor pero los que venimos aquí desde hace muchos años sabemos que la crisis ha afectado mucho», sostiene José Manuel Rodríguez de la atracción infantil Disney World.

Precisamente, la caída en el consumo -y todo pese a que desde hace varias ediciones se cuentan con bonos que permiten disfrutar de atracciones desde los 3 euros el viaje a seis por 15 euros-, además de la cercanía de la Feria de San Agustín con otras fiestas grandes en Andalucía como la feria de Almería, ha supuesto que poco a poco el recinto ferial del Parque del Pisar se fuera despidiendo de algunas de las atracciones, especialmente patente en el espacio dedicado a los adultos, donde apenas se contabilizan una decena de instalaciones. Irene Téllez. IDEAL.