El centro linarense mantiene proceso de seguridad para evitar contagios por Covid-19 en estos usuarios vulnerables
El equipo de profesionales de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital ‘San Agustín’ de Linares han implantado un total de 121 marcapasos durante la pandemia, además de realizar más de 500 revisiones.
“Este procedimiento se realiza, en su gran mayoría, en pacientes de edad avanzada y con patologías asociadas a la edad”, ha indicado el jefe de servicio de esta Unidad, José Antonio Camacho.
La Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario San Agustín de Linares tiene una amplia experiencia de más de 30 años en el implante de dispositivos de marcapasos definitivos para el control de arritmias.
“Actualmente los pacientes son revisados a los 10 días del implante para retirar los puntos de sutura y ajustar los parámetros y la medicación previa que tomaban antes del mismo. Posteriormente éstos pacientes son revisados al mes, a los 6 meses y posteriormente cada año”, ha explicado Camacho.
La duración media de dichos implantes oscila entre los 5 y 10 años de funcionamiento, estando su vida media condicionada por el consumo de batería que es individual en cada paciente.
“La pandemia supuso un problema importante a la hora de seguir con dicha técnica y sobre todo con el mantenimiento de la consulta de seguimiento, por lo que ha sido necesario un esfuerzo especial en el mantenimiento de la revisión de todos los casos en los que estaba indicado por estar la batería próxima al nivel de recambio, así como en medidas para evitar el contagio en pacientes”, ha señalado el jefe de servicio.
En su mayoría se trata de implantes urgentes, dentro de las primeras 24-48 horas del diagnóstico, lo que ha permitido durante esta etapa disminuir los días de estancia en el hospital y en UCI así como el número de camas ocupadas en el centro que se necesitaban para los pacientes afectados por la COVID – 19. Además en los casos en que no es urgente sí se trata de patologías limitantes pues obligan a los pacientes a guardar reposo hasta que se les implanta el marcapasos y recuperan su frecuencia cardíaca.
“A todos los pacientes se les realizó PCR antes del ingreso por seguridad para evitar contagios entre el personal médico y de enfermería. Por otro lado y al concurrir durante la pandemia las obras de la nueva UCI del hospital, hemos tenido que contar con la colaboración del personal de quirófano , ya que casi la mitad de los procedimientos se han tenido que realizar en quirófano, lo cual ha obligado a extremar aún más las precauciones”, ha indicado Camacho.