Durante las reformas que han tenido lugar en la Basílica de Santa María, el majestuoso trono de la Santa Cena tuvo que ser trasladado a la Parroquia de San Agustín. Una vez finalizadas estas obras, la Basílica estaba de nuevo preparada para acoger estas imágenes. El pasado domingo, se realizó el traslado pertinente, acompañado de representaciones de todas las hermandades. Una estampa muy particular, al estar colocadas ya las luces navideñas en las calles linarenses.
La Banda de Cabecera de la Santa Cena, fue la encargada de poner la nota musical en el traslado del Señor hasta su lugar de origen, al que llegó sobre las una y media de la tarde. Entraba entonces a un renovado Sagrario, que mantiene la estética original y en el cual ya habían sido colocadas las imágenes de Ntra. Sra. de la Paz y el Ángel Custodio, que durante las obras habían permanecido en la capilla Yanguas.
