-Tras una primera discusión, los presuntos autores se marcharon del lugar para regresar escasos minutos después portando cada uno de ellos un arma blanca.
-La víctima fue traslada al Hospital de la localidad por clientes que se encontraban en el lugar y presenciaron los hechos.
-Los arrestados intentaron huir escondiéndose en la vivienda de la detenida, impidiendo ésta por todos los medios que los agentes localizaran a los otros dos implicados.
-El arma blanca, un cuchillo de cocina de 20 cms de hoja acababa de ser limpiado.
Agentes de la Policía Nacional adscritos a la Brigada de Policía Judicial, en colaboración con la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Comisaría Local de Linares, han detenido a dos hombres de 21 y 27 años respectivamente, con antecedentes y a una mujer de 31, todos ellos españoles, por delitos homicidio en grado de tentativa y de obstrucción a la justicia. Al parecer, una primera discusión en el interior del local en la que los presuntos autores se marcharon del lugar, para después regresar escasos minutos después portando cada uno de ellos un arma blanca y en presencia de más personas no dudaron en asestar una puñalada en el costado a la víctima, la cual, gracias a la colaboración desinteresada de un ciudadano que presenció los hechos, no dudó en introducirla en su vehículo y trasladarla al Hospital de la localidad. Durante el camino esta persona observó cómo los autores se escondían en una vivienda próxima al lugar donde ocurrieron los hechos. Comunicado este extremo a la policía, los agentes se encontraron con que la propietaria de la vivienda les impidió con empujones la localización de los individuos mientras éstos intentaban huir por un patio trasero. Los agentes localizaron el arma blanca con el que se cometió el hecho, tratándose de un cuchillo de cocina con una hoja de 20 cms al parecer, recién limpiado.
Los hechos ocurrieron de madrugada, cuando una llamada telefónica a la Sala Cimacc de la Comisaría de Policía Nacional alertó de una pelea entre varios varones en un establecimiento de ocio de la localidad, en la que se había utilizado un arma blanca, resultando según la información, un varón gravemente herido. Los agentes desplazados al lugar, una vez entrevistados con el propietario del establecimiento, éste manifestó que la víctima había sido auxiliada y trasladada al Hospital de la localidad por clientes que se encontraban en el lugar.
Debido a la gravedad de los hechos ocurridos, una patrulla de agentes se dirigió al Hospital al objeto de interesarse por el estado de salud de la víctima mientras otra dotación policial daba una batida por la zona en busca de los presuntos autores. De este modo fueron requeridos por la persona que trasladó a la víctima al Hospital y que presenció durante el trayecto cómo los arrestados se refugiaban en una vivienda, indicándoles el lugar exacto.
A las preguntas de los agentes del cómo había ocurrido todo, esta persona manifestó a los policías que cuando se dispuso a abandonar el recinto observó a un varón tirado en el suelo por lo que se acercó a interesarse por su salud. Que mientras lo incorporaba se percató de que dos varones se acercaban a ellos esgrimiendo cada uno de ellos un arma blanca, cuando de repente y sin mediar palabra uno de ellos le asestó una fuerte puñalada en el costado que le provocó que comenzara a sangrar de forma abundante, llegando incluso a temer por la vida de la víctima, lo que le instó a introducirlo en su vehículo y desplazarlo al Hospital.
La detenida facilitó la huída de los otros dos implicados retrasando el acceso de los agentes a la vivienda.
Con la clara intención de postergar la localización de los dos presuntos autores y tras repetidas llamadas a la puerta de la vivienda por parte de los agentes solicitando la apertura de la misma, éstos escucharon a la arrestada claramente vociferar “ya está aquí la policía, corred, corred al patio que yo los entretengo”. Una vez les abrió la puerta la detenida es interrogada sobre el paradero de los otros dos implicados respondiendo la misma que lo desconoce, momento en el que los agentes advierten un rastro de gotas de sangre que se dirigían al patio. De forma inesperada, cuando la mujer se dio cuenta de que los agentes vieron la sangre, no dudó en impedir de forma activa mediante empujones, que los policías se dirigieran al patio, aunque estos finalmente consiguieron entrar, observando a los dos varones intentando huir saltando el muro que delimita al exterior.
Localizada el arma blanca recién limpiada con el que se cometió el ilícito penal.
Los agentes detuvieron a los dos varones en el acto percatándose como ambos, además de coincidir con la descripción aportada por la persona que ayudó a la víctima, tenían su ropa y calzado manchado de sangre.
Los restos de sangre encontrados en la vivienda dejaron entrever que pudieran hallarse pruebas incriminatorias del hecho ocurrido, descubriendo en las escaleras del domicilio el arma blanca, presuntamente utilizada para cometer la agresión, tratándose de un cuchillo de cocina de 32 cms de longitud y una hoja de 20 cms.
Gracias a la rápida actuación de forma desinteresada de la persona que trasladó a la víctima al Hospital, éste pudo ser asistido de urgencia en el Hospital, evitando unas consecuencias irreversibles que las lesiones pudieran haber originado.
La Autoridad Judicial decretó el ingreso en prisión para los dos varones.