La Iglesia de Jaén recuerda la figura del «Beato Lolo» en la Basílica de Santa María de Linares

La Iglesia de Jaén recuerda la figura del «Beato Lolo» en la Basílica de Santa María de Linares

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Los que conocieron a Manuel Lozano Garrido, Lolo, dicen que su humildad lo alejaba de toda vanagloria, reconocimiento y homenaje. Hoy, en el día que se cumple el centenario de su nacimiento a la fe de Cristo, el Beato Lolo se hubiera ruborizado ante las palabras tan bellas que durante la apertura de su Centenario se han pronunciado. En ellas, el Obispo de Jaén ha resaltado la santidad de su vida; santa en palabras, en gestos y en fe, que lo convirtieron en Beato hace ya una década.

Periodista, miembro de Acción Católica, adorador nocturno, acompañante y consejero, enfermo… los perfiles del Beato son muchos, pero todos enraizados en Cristo Eucaristía, de donde emanaba su fuerza y su esperanza. Pocos minutos después de las 12 de la mañana  del pasado sábado dio comienzo la celebración de la solemne Eucaristía, en la Basílica de Santa María de Linares, donde recibió las aguas del bautismo el Beato Lolo hace 100 años. El Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro presidía la celebración, concelebrada por una treintena de sacerdotes de la Diócesis.
A la misma acudieron miembros de la Corporación Municipal de Linares; autoridades civiles y militares; miembros de Acción Católica general; la Fundación Amigos de Lolo; miembros de la Comisión del Centenario y fieles de la ciudad. La celebración estuvo solemnizada por parte de algunos miembros de la Asociación musical Castulum. La monición de entrada y las lecturas de la Santa Misa han sido participadas por miembros de la Comisión del Centenario y de la Fundación Amigos de Lolo.


Homilía
El Prelado jiennense ha evocado, en la homilía, la figura del Beato periodista subrayando ese amor de Dios que le llevó a vivir una vida de fe y de entrega a los demás a pesar de su enfermedad degenerativa y sus numerosos dolores. A ser, como afirma el Papa Francisco, un santo de la puerta de al lado.
Don Amadeo ha comenzado sus palabras afirmando que “en este acto de memoria y de fe evocamos a una criatura de Dios acabada y bien acabada y declaro, solemnemente, que Lolo es un modelo de imagen y semejanza divina: Y es que Manuel Lozano Garrido vivió en Cristo Jesús. Por muy simple que nos parezca- ha expresado el Obispo de Jaén- la esencia de su vida tiene olor de santidad».
Para añadir, “Lolo estuvo crucificado con Cristo, no solo en su enfermedad sino que vivió la santidad reflejando siempre las Bienaventuranzas”. En este sentido, el Prelado del Santo Reino ha manifestado que “el Beato Lolo fue siempre, en todas las etapas y las circunstancias, reflejo de Cristo, fue siempre un discípulo misionero”.
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Del mismo modo, en la hermosa homilía, Don Amadeo ha dicho de Manuel Lozano Garrido que “vivió recibiendo de Dios para ir dando a todos el amor de Dios”.
Pero este santo de la puerta de al lado, “nunca estuvo ajeno a los signos de su tiempo, de su ciudad, de Linares, de su provincia. Escribió artículos denuncia en las que puso de manifiesto las injusticias que se daban en la sociedad”. Y es que “solo desde la fe- ha explicado Don Amadeo- se ve y se mira bien, para así descubrir a Cristo que vive en los buenos, en los mediocres y en los pecadores, eso es iglesia en salida. Eso es vivir en Cristo para todos”.
También, el Obispo ha repasado la dura infancia de Lolo, con pérdidas familiares importantes, la juventud de Lolo como la de un joven cristiano comprometido, a la vez que ha recordado que “su iniciación cristiana siempre estuvo guiada por pastores santos y apostólicos y con ejemplaridad de los suyos, de sus mayores, con la complicidad sus compañeros de rezos y de ilusiones. Comprometido con la Acción Católica de su tiempo, que como hoy, abría y abre “horizontes misioneros para todos”.
Antes de concluir, el Obispo diocesano quiere que “Lolo siga atrayendo a jóvenes que busquen la ejemplaridad de Lolo cuya existencia nunca estuvo marcado por la tristeza, sino por la alegría”. “Lolo hace de la alegría del Evangelio un modelo a seguir”.


A la vez, no ha querido olvidar su faceta periodística y como escritor, con casi una decena de libros y más de ochocientos artículos, que sigue siendo hoy un modelo para periodistas católicos o no, porque “Lolo escribió para amar: de su pluma siempre salían palabras de vida, de paz, de justicia, de mansedumbre”.
Para finalizar su predicación, el Obispo no ha querido olvidar que en la Eucaristía y su amor por Jesús sacramentado “está el origen de su fuerza interior y su santidad también está adornada con su amor a María”, en advocaciones como la Virgen de Linarejos o de Tíscar.
Durante el Credo, el Obispo se ha dirigido hasta la pila bautismal de la Basílica de Santa María, donde el Beato Lolo tuvo la puerta de entrada a la vida cristiana y desde allí ha hecho profesión de fe. Para concluir, el Obispo ha impartido a todos los presentes la bendición apostólica con indulgencia plenaria para aquellos que habiendo confesado y comulgado, recen por las intenciones del Santo Padre y las necesidades de la Iglesia.
Antes de salir del templo, y junto a la urna que reposa a los pies de la mesa de altar y que contiene los restos del Beato Lolo, los presentes se han tomado una foto de familia. Desde hoy y a lo largo del próximo curso se irán desarrollando distintos actos para conmemorar esta efeméride, y que fueron presentados esta efeméride, y que fueron presentados esta semana en Rueda de Prensa.


Redacción y Fotografías: Diócesis de Jaén