La homofobia: un breve repaso histórico

La homofobia: un breve repaso histórico

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En este cuarto artículo compartiremos con vosotros/as como afortunadamente el colectivo LGTBI+H ha pasado de la clandestinidad a la visibilidad reconociéndose sus derechos en una sociedad cada vez más diversa y plural.

Para quien no lo sepa La primera manifestación gay se celebró en 1977 en las Ramblas de Barcelona. “No se puede entender el activismo sin el orgullo y no se puede entender el orgullo sin la herramienta más poderosa que es la visibilización”, y nos hacemos eco de esta afirmación por parte del presidente de la Federación de Gais, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) Jesús Generelo.

En estos últimos 41 años, España ha pasado de ser una sociedad en la que primaba la represión  a ponerse como puntera en lo que se refiere al trabajo por una sociedad respetuosa con la diversidad de género aunque queda mucho camino por recorrer para hacer de esta manifestación una situación real.

Ha habido importantes logros, como respuesta al activismo y a la lucha constante por los derechos, sobre todo en el ámbito legal, como la legalización del matrimonio sexual,  pero todavía quedan muchos retos. Los dos más importantes: la aprobación respectivamente en 2005 y 2007 de la ley del matrimonio homosexual y la ley de identidad de género, por la que las personas transexuales pueden cambiar su nombre y sexo en el DNI sin necesidad de operarse.

Durante la época franquista ser homosexual era muy duro, difícil y muy arriesgado y exigía llevar una doble vida, que no hacía otra cosa que crear un malestar psicosocial en las personas LGTBI+H, que no podían manifestar con naturalidad sus preferencias e identidad sexual.

En 1978, solo un año después de aquella primera marcha en Barcelona, Armand de Fluvià se convirtió en la primera persona en salir del armario de forma pública en España, en el circuito catalán de Televisión Española, en los programas “De bat a bat” y “Vosté pregunta”. El paso de declarar públicamente su homosexualidad, no le resultó difícil, porque lo hizo poco a poco en distintos círculos, la familia, los amigos y el trabajo. Fundó en la clandestinidad la primera organización gay en 1970, el Movimiento Español de Liberación Homosexual (MELH), y tras la despenalización de la homosexualidad fueron apareciendo todavía bajo la ilegalidad las primeras asociaciones LGTB. El movimiento comenzó a organizarse y fue cobrando fuerza.

Sin embargo, en esa misma década de los 80 también hubo un punto de inflexión, la pandemia del Sida que golpeó duramente al colectivo LGTBI+H, sobre todo al homosexual, e hizo rebrotar una homofobia total debilitando mucho al movimiento. Pese a todo, la pandemia del Sida hizo surgir toda la resiliencia, el colectivo LGTBI+H vio que era imprescindible trabajar unidos por pura supervivencia y visibilizó los problemas de la lucha por la igualdad.

Lamentablemente aún hoy en día  dar el paso de revelarse homosexual ante los demás, sigue siendo una decisión muy difícil para la mayoría. Las generaciones actuales de LGTBI+H disfrutan de los avances legales alcanzados por las anteriores, pero todavía tienen que luchar por la igualdad social para que haya igualdad real, un reto y un compromiso que nos corresponde a todas las personas que queremos vivir en un mundo libre, más humano y valorándola riqueza que proporciona la diversidad.

Soledad Gea Maldonado. Colaboradora de la Asociación Arco Iris.