La Real Hermandad de Nuestro Padre Jesús en la Oración en el Huerto y Nuestra Madre y Señora de Gracia realizó en la tarde del Lunes Santo su estación de penitencia.
Un motivo perfecto para que todo el mundo saliera a las calles a disfrutar de una Semana Santa plena, hasta el momento. Aunque es cierto que la temperatura no fue tan agradable como el domingo, dejó a la cofradía hacer su recorrido sin problemas. El cielo estaba nublado y el viento amenazaba lluvia, sobre todo ya entrada la noche, pero no llegó a llover en ningún momento del recorrido.
La única hermandad del Lunes Santo salió a la calle a las cinco de la tarde, cuando la cruz de guía ya se podía ver en la lonja de la Basílica de Santa María. Además, con acompañamiento musical en el inicio, en concreto la Agrupación Musical «La Borriquilla» de La Carolina. Le siguió el paso de Misterio que representa a Cristo orando en Getsemaní, con la Agrupación Musical de Santo Tomás de Villanueva (Ciudad Real) interpretando marchas que los costaleros siguieron de forma muy acertada. Esto arrancaba los aplausos de todos los espectadores. Justamente se estrenó una marcha llamada «Traicionado en Getsemaní», de Miguel Ángel Font, dedicada a esta hermandad.
Le siguió Nuestra Madre y Señora de Gracia, estrenando saya bordada en color rosa, así como los báculos en su tercio de mantillas. La Sociedad Filarmónica linarense, «María Inmaculada», se encargó de los sones de la Señora.
Como es habitual, el cortejo discurrió por algunas calles del casco antiguo a su salida, para continuar por la Plaza del Ayuntamiento, repleta de gente, la calle Santiago, Palma del Río, Baños, Pasaje del Comercio, Canalejas, Tetuán y Riscos, llegando puntual a carrera oficial. Después iniciaría su vuelta al templo, ya un poco más ligero por la amenaza de precipitación. Finalmente, concluyeron una estación de penitencia exitosa, luciéndose a cada paso y haciendo disfrutar a todos los asistentes.