La guitarrista linarense Vicky Oliveros, embajadora de la firma de sombreros Oliver Hats

La guitarrista linarense Vicky Oliveros, embajadora de la firma de sombreros Oliver Hats

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La músico y guitarrista linarense Vicky Oliveros ya es embajadora de la firma de sombreros Oliver Hats.

Más allá de su talento y belleza la familia Oliver se sintió atraída por la profesionalidad, el carisma y la personalidad de Vicky.
Es la primera vez que Vicky se pone delante de los focos para ser imagen de una firma y asegura que se pone muy nerviosa delante de la cámara.
“Que apuesten por mi imagen para dar más proyección a la firma es algo que me da un poco de vértigo, no me gusta el protagonismo, no estoy acostumbrada a posar, soy guitarrista, me gusta estar en un segundo plano. Nicoleta Lupus ha hecho una sesión de fotos maravillosa que podréis ver en unos días, me he sentido muy cómoda”.

La linarense ha estado luciendo sombreros Oliver desde que su padre le regaló el primero allá por el 2011, desde entonces el sombrero forma parte de su vida diaria y profesional.

“Mi padre es el culpable de que lleve sombrero, también es el culpable de que me dedique a la música, él me regaló mi primera guitarra. Siempre digo que mi padre me abre el camino y mi madre me lleva de la mano. Mis padres han soñado siempre más fuerte que yo. No sería nadie sin ellos”.



Su primer contacto con Francisco Pons lo tuvo hace apenas un mes.

“Con Francisco Pons me he sentido en casa desde el primer momento, el mundo de la sombrerería siempre me ha parecido fascinante, como dice Sabina, (está bien llevar sombrero por si se presenta una buena ocasión para quitártelo). Es un regalo poder ponerle cara a una firma que llevo vistiendo años, y que tiene tanta proyección internacional”.

 

La guitarrista empezó su carrera musical en Linares y hace un año se asentó en Madrid para continuar su formación. Actualmente trabaja en una escuela de música y dando conciertos con diferentes artistas.

El mundo de la música es difícil, pero es lo que más me gusta, no me imagino haciendo otra cosa, paso el 90% de mi tiempo con la guitarra. Venir a Madrid fue un paso que me costó dar, pero tenía que hacerlo.

Estoy feliz aquí, estoy conociendo músicos de los que aprendo todos los días, y eso es lo que quiero: aprender, tocar, tocar y tocar.»