Un verano “magnífico” en lo que a usos y ocupación de las instalaciones se refiere. Así de positivo es el balance que se extrae, desde el Parque Deportivo La Garza, acerca de la temporada estival de este año. Unos meses en los que creció, de manera relevante tanto el número de bañistas que acudieron a refrescarse en las piscinas del recinto como el de campistas que pernoctaron en las cabañas habilitadas.
“Hemos contabilizado unos 57.000 usos en piscinas, lo que supone un 20 por ciento más de ocupación con respecto al año pasado. El incremento se ha notado, sobre todo, en los abonados, donde las cifras han evolucionado hasta alcanzar los 1.200 abonados a lo largo de este año, un 24 por ciento más”, afirmó Antonio Quesada, director del Parque Deportivo La Garza.
La venta de entradas individuales para la temporada de baño también subieron, este verano, un 13 por ciento, lo que se traduce en un incremento considerable si se compara con 2014. Además, la atención prestada se desarrolló sin incidencias y logró la satisfacción del público. “Eso es debido a que damos un servicio estable y asentado desde las últimas temporadas. Además, ha contribuido que este año haya he- cho mucho calor, de ahí que muchos ciudadanos hayan preferido aliviar sus efectos en nuestras instalaciones”, dijo el director del complejo.
En lo que respecta a la ocupación en las cabañas, especialmente diseñadas para acoger estancias de campamentos grupales, se alcanzó el lleno desde las primeras semanas de junio hasta finales de agosto. “Se han superado las expectativas. Había una previsión parecida a la del año pasado, pero en uso de piscinas hemos subido mucho y en cabañas, prácticamente lo mismo. Así que seguiremos trabajando en esa buena línea”, manifestó Antonio Quesada.
Las instalaciones de La Garza se preparan ya para acoger la temporada de otoño-invierno con la celebración de diferentes actividades deportivas orientadas hacia el público infantil y familiar. En este sentido destaca la puesta en marcha de las ligas y escuelas de pádel y golf. Juan José García Solano. JAEN.
