Las obras pictóricas de artistas tan destacados en el panorama nacional e internacional, como Picasso, Dalí o Miró, entre otros muchos, colgaron de las paredes de la Galería Eduma a lo largo de las últimas cuatro décadas. Ahora, tras una intensa trayectoria marcada por el amor y la profunda dedicación que su responsable siente por el arte, sus puertas cerrarán de forma definitiva.
Eduardo Palomares, impulsor de una galería que resultó ser pionera en la provincia de Jaén, pone punto final a la vida en activo de su destacada sala. Un lugar por el que han pasado numerosas personalidades y en el que siempre se ha respirado arte, desde el primer momento, por cada uno de sus rincones. Así, “Eduma” veía la luz en el año 1976, con el firme propósito de poner a disposición de los artistas un espacio expositivo libre y abierto a todas las tendencias, sin discriminar a los autores por el estilo o la técnica que emplearan a la hora de expresarse. Una galería dispuesta a albergar obras de todas las tendencias y corrientes.
“Hemos conseguido, a lo largo de tantos años, mostrar a nuestro público las diferentes tendencias del arte actual, sin quedarnos atrás de la constante evolución creativa que ha ido transformando la visión de la plástica en el arte contemporáneo. Además, siempre hemos estado pendientes del sentimiento y proyección de los jóvenes creadores que, a lo largo de tantos años, pasaron por nuestra galería, combinando las muestras de estos jóvenes artistas con las obras de artistas más consagrados”, señala el galerista Eduardo Palomares.
Con la premisa fundamental de que “la pintura es una herramienta fundamental para cultivar el espíritu”, Palomares consiguió atraer a Linares más de dos mil exposiciones y un sinfín de artistas, lo que supone también dar a conocer el nombre de esta ciudad por toda España. Por eso, son muchos los pintores, escultores, amigos y conocidos de Eduardo, así como numerosos ciudadanos en general, quienes recuerdan con sumo cariño y nostalgia su paso por la céntrica galería, ubicada en un amplio local de la calle Isaac Peral.
Amigos como “Palomo Linares”, Pablo Rodríguez, José Cózar o Leopoldo Sánchez, que reviven grandes momentos surgidos en el seno de “Eduma”, donde volverán, próximamente, para participar en la exposición colectiva en la que participará en torno a una veintena de autores y con la que Palomares despedirá la trayectoria artística de este lugar. “Quiero despedirme rodeado de mis amigos y asumir que el cierre trae consigo la finalización de un ciclo de mi vida que ya ha terminado”, señala.
Las obras del pintor austríaco Georg Miciú fueron las primeras que los linarenses pudieron ver, a finales de la década de los setenta, en la sala Eduma. Desde entonces, la historia que depara casi medio siglo de arte en este país ha recorrido sus muros, con la finalidad manifiesta de mostrar las creaciones pictóricas de las diferentes épocas. Pero, al igual que en muy diferentes ámbitos, los nefastos efectos de la crisis económica también han hecho mella en el comercio tradicional del arte, de ahí que sean numerosos los mensajes de lamento que varios creadores lanzan por el recientemente anunciado cierre. Juan José García Solano. JAEN.
Sebastián “Palomo Linares”, buen amigo de Eduardo Palomares, ensalza la “gran labor que ha realizado, en todos estos años, por el arte”. “Eduma es una de las galerías con más prestigio a la que han tenido acceso grandes maestros de la pintura de casi toda España. Hay que hacerle un homenaje”.
Aunque el grafitero “Belin” no ha sido uno de los artistas cuyas obras han colgado de las paredes de Eduma, sí reconoce que el cierre de la galería supone una gran pérdida para la ciudad. “Es una pena para el arte y la cultura que una galería que ha estado trabajando tantos años cierre”.
Natural de Baeza, aunque afincado en Valencia, José Cózar, de 71 años de edad, recuerda con cariño la relación de afecto que mantiene con “Eduma” y su responsable: “He expuesto varias veces en Linares y me fue de maravilla cuando la ciudad disfrutaba de todo su esplendor. Ojalá se recupere”.
El pintor Pablo Rodríguez, natural de Santa Elena aunque residente en Málaga, valora “el tesón” de Eduardo Palomares “por haber aguantado un tirón tan largo, en una zona poco propensa al comercio del arte”. “Eso solo se consigue si se siente verdadero amor a la pintura, como demuestra Eduardo”.
El pintor murciano Leopoldo Sánchez visitó en numerosas ocasiones, con sus obras, la Galería Eduma, lo que propició que tanto él como su esposa entablaran una gran amistad con Eduardo Palomares. “Una galería como esta posibilita que la ciudadanía también disfrute del arte actual”.
