La Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Columna y Nuestra Señora de la Amargura fue la última de las tres hermandades que salían a la calle en la tarde del Jueves Santo. Tras ver la decisión de su compañera de Basílica, el Rescate, la columna siguió el mismo camino y decidió no arriesgar en vista de las previsiones meteorológicas.
Además, la imagen del Señor está recientemente restaurada y es un riesgo mayor el que pueda mojarse y volver a deteriorarse, así como el resto del patrimonio de la cofradía. También las potencias del Cristo y la Corona de la Señora de la Amargura lucían restauradas. Ambos pasos brillaban radiantes preparados para su día grande, que quedó entristecido a causa de la lluvia. Muchos proyectos se engloban en la hermandad para el próximo año, centrados en la conservación del patrimonio que ya se posee.
Termina un Jueves Santo con mal sabor de boca, al no poder ver en la calle a ninguna de las hermandades que lo conforman. Un año lleno de ilusión comienza ahora, para preparar la llegada de la Semana Santa del año 2020.