En la sociedad contemporánea, donde la juventud a menudo se ve como sinónimo de inexperiencia, es refrescante encontrar historias de jóvenes brillantes que desafían las expectativas y persiguen metas ambiciosas. Un ejemplo inspirador de esto es el caso de Juan Francisco Cuevas Tapia, un joven linarense que con recién estrenados 24 años aprueba las difíciles oposiciones de acceso a la carrera Judicial en su primera convocatoria y que ya hoy se encuentra en Barcelona iniciando el curso para Jueces en la Escuela Judicial del Consejo General del Poder Judicial.
Desde temprana edad, Juan Francisco demostró una aptitud excepcional para el estudio y una pasión innata por el sistema judicial. De padres linarenses, criado en Linares, sus logros académicos comenzaron a destacarse en la escuela secundaria, donde se destacó como el mejor estudiante de su clase terminando Bachillerato con Matrícula de Honor. Su dedicación y ética de trabajo inquebrantables le valieron numerosos reconocimientos y premios a lo largo de su educación.
Al ingresar a la universidad, Juan Francisco continuó brillando académicamente, seleccionando la carrera de Derecho como su campo de estudio. Durante sus años universitarios, no solo mantuvo su posición como el primero en su promoción, sino que también se destacó por su participación activa en debates y cursos legales. Terminando la universidad como Premio Extraordinario al ser el primero en su promoción de Grado en Derecho. Su capacidad para comprender y analizar cuestiones legales complejas rápidamente llamó la atención de profesores y compañeros por igual. Todavía hoy guarda relación con la profesora que llevó su TFG que le animó y motivó en todo momento estando segura que conseguiría llegar a cumplir su sueño. SER JUEZ.
La verdadera hazaña de Juan Fran, amigablemente conocido por todos, se hizo evidente cuando, apenas a los 23 años, decidió desafiar el status quo presentándose a las oposiciones para convertirse en juez. Muchos podrían considerar esta decisión como prematura, pero él piensa y argumenta que la juventud no debería ser un obstáculo para la excelencia y la capacidad.
El proceso de preparación para las oposiciones no fue fácil. Juan Fran de la mano de su preparador el Magistrado Juez del Juzgado de 1ª Instancia nº 1 de Jaén, D. Antonio Uceda Molina, se sumergió en una intensa rutina de estudio,día tras día, muchas horas y sólo un día de descanso a la semana combinándola con una intensa programación que su tutor le planificó de estudio y de cantes de temas, enseñanzas y clases de su preparador el cuál ha tenido un empeño incansable en demostrar la valía de su alumno. Su determinación y enfoque meticuloso le permitieron superar cada fase del riguroso proceso de selección, superando examen tras examen, dejando a los evaluadores impresionados por su madurez y competencia legal.
La historia de Juan Fran es un recordatorio poderoso de que la edad no define el potencial de una persona. Su valentía, su perseverancia y esfuerzo al perseguir sus sueños con determinación y confianza es un ejemplo para la juventud que aspira a desafiar los límites preestablecidos y contribuir de manera significativa a la sociedad.
Su historia ilustra cómo la combinación de talento, sacrificio y valentía puede allanar el camino hacia el éxito, independientemente de la edad. En un mundo donde la innovación y la audacia son cada vez más valoradas, Juan Fran representa un faro de esperanza para aquellos que buscan hacer una diferencia, demostrando que el futuro puede ser forjado por aquellos dispuestos a desafiar las expectativas.
Mucha suerte a Su Señoría.
