Categorías

José Morales: «los músicos estamos bastante acostumbrados a pasar horas, días y semanas confinados con nuestro instrumento»

José Morales nació y se crió en Lucena (Córdoba). Es profesor numerario del  Conservatorio Profesional de Música “Andrés Segovia” de Linares, en la especialidad de Piano desde el año 2000. También fue director durante los cursos 2016-17 y 2017-18. «Además de dedicarme a la docencia, como pianista que soy, doy recitales por la geografía española y andaluza tanto con formaciones de música de cámara, como solista con orquesta y con repertorio para piano solo«, explica. Hoy nos cuenta como es su día a día en esta situación excepcional en «Linarenses en casa».

¿Cómo es tu día a día durante el confinamiento?

«En cuanto al horario es bastante parecido al que tenía antes. Me sigo levantando temprano y acostando tarde (siempre he sido de poco dormir). Saco a pasear al perro dos veces al día. Tanto por las mañanas como por las tardes tengo que corregir el trabajo que me envía el alumnado, así como realizar videollamadas por Skype para aclaraciones, explicaciones o correcciones que solamente se pueden realizar en directo e individualmente, dadas las connotaciones eminentemente prácticas que conllevan el hecho de tocar un instrumento».

«También hago ejercicio a diario, una hora y media aproximadamente. En eso soy muy disciplinado, no perdono, porque mi cuerpo lo necesita. Sí que ha cambiado el concepto de día de la semana, puesto que ahora me cuesta distinguir entre lunes, jueves o domingo».

¿Se diferencia mucho tu rutina actual con la que llevabas antes?

«Principalmente en el trabajo, ya que el hecho de permanecer en casa me ha obligado a adaptarme de un día para otro. Hemos tenido que sustituir el contacto directo, la calidad del sonido de un instrumento, las explicaciones con un alto componente visual, el grado de abstracción y emocional que van unidos inseparablemente a hecho musical en sí, por señales Wifi que no funcionan, por grabaciones caseras mal realizadas, por videollamadas que se entrecortan, por sonidos que son difícilmente identificables en altura, intensidad y duración, etcétera».



«Aún así, es de agradecer el interés que demuestran la mayoría de las familias puesto que en muchos casos tienen que parar la actividad del hogar para que pueda escucharse medianamente bien a sus hijos e hijas tocar el instrumento. Por otro lado creo que todo el mundo estará de acuerdo conmigo en que el ritual que tenemos que hacer para ir a comprar alimentos o medicamentos a la farmacia, por poner algunos ejemplos, también ha supuesto un importante cambio con respecto a lo anterior».

¿Cómo estás llevando el trabajo desde casa?

«Como he dicho anteriormente, me he ido adaptando al cambio cada día, aunque los músicos estamos bastante acostumbrados a pasar horas, días y semanas confinados con nuestro instrumento, ya que al contrario de lo que mucha gente cree, la práctica instrumental es uno de las carreras más duras que existen y por eso dura la nada despreciable cantidad de tiempo de 14 años. A pesar de todo, me siento un privilegiado a día de hoy, al ver las condiciones en las que tienen que trabajar ahora sanitarios, policía, repartidores, personal de alimentación, agricultores, pescadores, ganaderos, transportistas…Mi más sincera admiración para todas esas personas».

¿Crees que la situación nos ha hecho reinventarnos en el aspecto laboral?

«En algunos aspectos no hay duda de ello, pero dependiendo de los distintos sectores y empleos, creo que ha sido, es y será de manera asimétrica. Porque no podemos ni debemos hablar todavía en pasado, al menos hasta que haya un tratamiento eficaz o una vacuna». 



¿Qué sueles hacer para distraerte en casa?

«Cuando tengo algo de tiempo, que ahora parece que es lo que nos sobra y nada más lejos de ello, al menos en mi caso, suelo leer, ver alguna serie, escuchar música que me gusta y poco más, teniendo en cuenta que hablamos en términos de ocio».

¿Estás aprovechando estos días para hacer cosas para las que antes no tenías tiempo?

«Pues sí, siempre se van quedando acciones pendientes de realizar que en estos días, cuando el trabajo lo permite, se pueden ir poniendo al día, en especial “ordenar” y “limpiar”, esos verbos que se instalan en el subconsciente y que nos martillean días, semanas o meses. También me he hecho un Blog (“Tecleando en negro y blanco”, por si alguien lo quiere visitar), al que subo bastante material para el alumnado y para sus familias relacionado con la música en general y con el piano en particular, pero con un perfil algo diferente, más lúdico y divertido. Y aunque habría que preguntarle a los que lo visitan, creo que les gusta».

¿Qué es lo primero que harás cuando todo pase?

«En eso soy un poco más escéptico y tendría que definir primero el concepto de ‘cuando todo pase’. Como ese momento creo que va a ser muy progresivo, supongo que iré haciendo lo que se nos vaya permitiendo hacer, aunque con muchísimas más ganas que antes y mayor disfrute».

¿Qué es lo que te está resultando más difícil?

«Sin duda, el no poder ver a mis hijos, a mi padre, a mis hermanos y al resto de mi familia. El no poder saludar, dar besos y abrazos, también es difícil de gestionar».



¿Qué aspectos positivos puedes sacar de esta situación?

«Hay varios. Por un lado, la capacidad del ser humano para adaptarse a situaciones nuevas es sorprendente, incluyendo la creatividad y el ingenio. Por otro, la enorme solidaridad de la especie humana con sus semejantes, en especial con los que están enfermos o en situación de desamparo. También el afianzamiento de las relaciones intrafamiliares, que por el confinamiento, en la mayoría de los casos creo que se van a fortalecer».

Por último, un baño de humildad para todas las personas que nos creíamos los dueños de un planeta y que un ser microscópico nos ha puesto contra las cuerdas en cuestión de pocos meses. Es para pensarlo bien antes de que todo esto termine y tengamos la tentación de salir con la cabeza alta, como si aquí no hubiera pasado nada».