Durante el estado de alarma nacieron 258 bebés, y se atendió el parto de una mujer positiva por coronavirus
El Hospital ‘San Agustín’, de Linares, ha atendido 392 partos en el primer semestre de este año, representando un descenso con respecto al mismo periodo del año anterior que fueron de 439 partos, un 12% menos, de los que 2 han sido gemelares. Igualmente, el 73% de los partos que se han atendido ha sido a través de anestesia epidural en el parto, manteniendo un porcentaje similar a los años anteriores.
Desde el inicio de la pandemia por COVID-19 han nacido 258 niños, con solo un parto con prueba de coronavirus positivo en mujer asintomática que dio a luz un niño sano. La Unidad de Partos se ha organizado, ofreciendo la máxima seguridad para los recién nacidos, sus madres y todo el equipo de profesionales que integran esta unidad, adaptando esta área a la situación de pandemia. Así, los profesionales han portado los equipos de protección necesarios, y se han establecido circuitos específicos para los posibles casos positivos, junto a todas las medidas de higiene y control para evitar contagios.
Desde el inicio de la pandemia el hospital estableció un plan de acompañamiento, por el cual solo una persona acompañe a la embarazada en el momento del parto y posteriormente, con el fin de disminuir la posibilidad de transmisión intrahospitalaria del virus al resto de familiares y acompañantes.
Humanización
Los nacimientos se han atendido respetado, siempre que ha sido posible, el modo en que la mujer desea recibir este tipo de atención sanitaria, una de las medidas incluidas en el Plan de Parto y Nacimiento de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ofrecida por el Hospital de Linares.
El Proyecto para la Humanización de la Atención Perinatal del sistema sanitario público andaluz tiene varios objetivos específicos, como la participación de la madre y la adecuación del entorno físico para su comodidad y seguridad durante el alumbramiento, la promoción de la lactancia materna desde el respeto de la decisión de la mujer, disminuir las intervenciones innecesarias especialmente en el uso de las ecografías, las cesáreas, las episiotomías y el rasurado perineal, promocionar una atención multicultural del embarazo, parto y puerperio y desarrollar medidas que contribuyan a fomentar la participación del hombre en el proceso de crianza.
Esta iniciativa pretende informar, facilitar, proponer y respetar la experiencia natural del parto. Las mujeres tienen la capacidad de decidir con antelación la posición que quieren adoptar para dar a luz, pueden dejar constancia de sus preferencias en cuanto a la participación de su pareja, el tratamiento y el manejo del dolor y, una vez que se haya producido el parto, la higiene del bebé y la alimentación.