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Firmada el acta de entrega tras la finalización de las obras del Palacio Municipal de Linares

Esta actuación, que se ha desarrollado en dos fases, ha contado con un presupuesto cercano a los cuatro millones de euros

La consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, ha firmado el acta de entrega del Palacio Municipal al alcalde de Linares, Raúl Caro-Accino, una vez que han concluido las obras de rehabilitación integral de este edificio del siglo XIX tras una inversión cercana a los cuatro millones de euros y 16 años después de la firma del convenio entre Junta y Ayuntamiento.

Marifrán Carazo ha mostrado su satisfacción por “devolver por fin, más de una década desde su desalojo, este edificio tan necesario para los ciudadanos y que es un emblema de una ciudad como Linares”. La recepción de la obra por parte del Ayuntamiento una vez finalizados los trabajos de rehabilitación es el último paso antes de la reinauguración del edificio, que se producirá en breves fechas.

El proyecto, que ha contado con fondos FEDER y que ha sido financiada al 80 por ciento por la Administración autonómica y al 20 por ciento por el Ayuntamiento, se ha realizado en dos fases. La primera intervención, que se produjo el 5 de enero de 2015 y duró siete meses, consistió en la consolidación de la estructura del edificio, que estaba en peligro, con una inversión de 1,44 millones de euros. La segunda fase arrancó tres años después, en mayo de 2018, y tenía como cometido dotar de coherencia formal y funcional al edificio, con instalaciones adecuadas a los nuevos tiempos.



Este edificio, conocido como el Palacio Municipal, es el resultado de la reforma de una edificación preexistente iniciada coincidiendo con el aumento de población que experimentó Linares a mediados del siglo XIX y que determinó finalmente la sustitución completa de la anterior Casa Consistorial por otra más amplia. Las obras dieron comienzo en la década de 1860 y finalizaron en 1875, tras un periplo de 15 años de obras. El estado de la edificación, con importantes patologías estructurales y de cubiertas que motivaron su desalojo, así como su valor patrimonial y la relevancia urbana de su emplazamiento, motivó programar la actuación en el marco del Programa de Rehabilitación del Patrimonio de Interés Arquitectónico.

La ejecución de esta actuación se ha considerado prioritaria dentro de la programación de actuaciones del Servicio de Arquitectura de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio en 2019. Por un lado, pesaba el hecho de que se trataba de una sede consistorial desalojada, con todos los servicios municipales desplazados y repartidos en distintas localizaciones provisionales mientras se rehabilitaba este edificio. Pero, además, se ha tenido en cuenta el perjuicio que su emblemática ubicación y su desuso estaba causando a la percepción de la imagen de la institución y la población en general.