No corrió la misma suerte que la hermandad de los Estudiantes este colectivo que protagoniza la noche del Miércoles Santo. El Via Crucis de la Juventud tuvo salida a las once de la noche, desde la Parroquia de San Agustín. El tiempo se tornó bastante frío, aunque no llegó a llover más allá de unas pocas gotas a cada rato.
Los devotos no dudaron en poner sus pies en la calle, ataviados con telas de saco y caperuz de color morado. El recorrido se realizó con normalidad, pasando por Avenida de San Sebastián, Riscos, Isaac Peral, Plaza de San Francisco, Yanguas Messías, Marqués de Linares, Menéndez Pelayo, Plaza Alfonso XII, Cánovas del Castillo, Plaza Ramón y Cajal, Pasaje del Comercio y Corredera de San Marcos para poner camino de vuelta hacia el templo.
Debido a las bajas temperaturas, se llevó a cabo un poco más rápido de lo normal. Como siempre, se realizan paradas en diferentes lugares para explicar cada estación del Via Crucis, Pero se realizó en el tiempo estimado.