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El centro de transeúntes roza el lleno durante gran parte del año

centro-linares--575x323.jpgEl Centro de Acogida de Corta Estancia de la ciudad registra una ocupación prácticamente del 100% de su capacidad durante todo el año en las diez plazas que se oferta para personas que no están empadronadas ni son residentes de la ciudad. Este porcentaje se desprende del número de usuarios que pasan por él todos los meses.

En lo que va de año, y a fecha de 31 de agosto, han solicitado sus servicios un total de 345 personas. Por meses, fue en marzo cuando más pernoctaron en él y se llegó a albergar a 60 personas. Le siguieron febrero (55), abril (44), junio y enero (41) y mayo (40). En verano comenzó un descenso y los niveles de ocupación fueron de 33 personas en julio y 31 el pasado mes agosto.

Si comparamos estas cifras con las registradas durante el mismo periodo en 2014, ha bajado levemente la ocupación. Ya que la suma total de los primeros meses del año dieron como resultado un total de 367 personas mientras que se llegó a los 601 usuarios a finales del pasado año.

Un leve descenso en el presente que, no obstante, no afecta a la continuidad y buena marcha del centro. «Son muy variadas las situaciones de las personas que utilizan este servicio público y la valoración que hacen de él es muy positiva. El mismo cuenta con profesionales con cualificación específica para atender a estas personas siendo de esta manera una atención especializada y de calidad», sostiene la concejala de Bienestar Social, Laura Berja.

Si atendemos al perfil de las personas que se acercan a él, la mayoría de ellos son hombres, de nacionalidad española, solteros, de aproximadamente unos 40 años, que no padece enfermedad crónica, que cursó estudios primarios y que mantiene relación alguna con sus allegados. Las personas que allí pernoctan pueden hacerlo hasta un máximo de tres días y los servicios que en él encuentran son los de información, orientación y asesoramiento, manutención, alojamiento, higiene y desplazamiento.

El nivel de ocupación de lo que resta de año podría aumentar debido a la campaña de la aceituna. Aunque en Linares no hay una gran actividad agrícola, sí que en otoño e invierno muchos se desplazan hasta la ciudad en busca de un tajo. Así, los últimos tres meses de 2014, creció el número de usuarios en el centro con 58 personas en octubre, 74 en noviembre y un total de 63 en diciembre.

Más de 4 años

«El centro pone a disposición de la ciudadanía diferentes servicios para mejorar la calidad de vida de los usuarios», comenta Berja. Así, este espacio lleva funcionando en la ciudad más de 4 años, después de 15 intentando que fuese una realidad. Fue en marzo de 2011 cuando abrió sus puertas gracias a un proyecto que cofinanciaron la Junta de Andalucía con 375.302 euros, y el Ayuntamiento de Linares, que aportó 250.201 euros para su construcción, además de otros 40.000 euros que ambas administraciones tuvieron que invertir para el equipamiento. En el centro, que forma parte de la Red de servicios públicos que el Patronato de Bienestar social, trabajan un trabajador social, un educador, tres conserjes, un psicólogo y un vigilante de seguridad en horario nocturno. Precisamente, la apertura del centro se retrasó, en parte, por la inseguridad que los vecinos de la zona creían que iba a suponer contar con un centro de estas características cerca de sus domicilios. Han pasado varios años y los problemas han brillado por su ausencia, dando respuesta además a las peticiones de colectivos como Cáritas y Cruz Roja. Jéssica Soto. IDEAL.