La concejala socialista, María José Camacho, ha expresado su preocupación por el traslado temporal del mercadillo a la Avenida de España durante agosto y parte de septiembre, «una decisión del Partido Popular que considera inadecuada por su lejanía para la ciudadanía».
Camacho resalta «el posible impacto negativo en las ventas de los vendedores ambulantes» y solicita al Ayuntamiento «que atienda las solicitudes pendientes para cubrir los puestos vacantes del mercadillo». Desde el PSOE de Linares, muestran su apoyo a los vendedores ambulantes de nuestra ciudad.
El Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Linares, ante la información vertida en el día de hoy por el Partido Socialista, ha querido aclarar a la ciudadanía lo siguiente:
1. Se recuerda a los usuarios del mercadillo que permanecerá en el Paseo de Linarejos hasta el próximo 20 de agosto.
2. El traslado temporal del mercadillo de Linares a la Avenida de España de forma excepcional con motivo de la Feria de San Agustín, se realizará desde el 23 de agosto hasta que los vendedores ambulantes puedan volver al Parque Multiusos del Pisar una vez terminen las fiestas. «Y no durante agosto y parte de septiembre como indica la concejala socialista María José Camacho en una publicación».
3. Esta nueva ubicación en la Avenida de España es una petición de los vendedores ambulantes y Avapa. «Esto supone que, por primera vez en los últimos 30 años, los profesionales del sector de la venta ambulante no verán anulado el derecho que tienen a trabajar durante los días de celebración de la Feria, así como los anteriores y posteriores que son necesarios para el montaje y desmontaje de la misma, lo que les hacía perder 4 ó 5 días de venta».
4. Con esta medida, este equipo de Gobierno acerca el mercadillo a una nueva zona de la ciudad, como es el barrio Girón, La Andaluza, La Paz, Las Américas o la Colonia del Sol.
5. Desde al Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Linares se insta al Partido Socialista a no confundir a la ciudadanía en las fechas del traslado del mercadillo, porque puede suponer una bajada en la afluencia de usuarios, lo que podría mermar las ventas, además de generar una molestia innecesaria a linarenses que se pudieran desplazar a un lugar en el que no se encuentra realmente el mercadillo.
