Cómo cuidar los oídos en primavera y prevenir la otitis

La llegada de la primavera supone un renacer de la naturaleza, pero también trae consigo desafíos para la salud auditiva. Cambios bruscos de temperatura, alta concentración de polen y ambientes más húmedos pueden afectar nuestros oídos si no adoptamos medidas preventivas adecuadas. Hemos de seguir unas pautas prácticas para mantener una correcta higiene y evitar molestias típicas de la estación.

La higiene auditiva es fundamental, pero muchas personas desconocen cómo limpiar correctamente los oídos. Lo primero es entender que el uso de bastoncillos de algodón dentro del conducto auditivo puede compactar el cerumen y favorecer infecciones. Lo recomendable es aplicar una solución salina o agua oxigenada diluida, dejando que el líquido actúe unos minutos antes de inclinar la cabeza para facilitar la expulsión. Posteriormente, secar con cuidado la parte externa y utilizar un paño suave. De este modo, se limpia sin dañar la piel ni alterar el mecanismo natural de protección.

Otra medida clave es prevenir las otitis, sobre todo en esta estación en la que las piscinas se llenan y las visitas al mar aumentan. El agua retenida en el oído favorece la proliferación de bacterias y hongos. Para evitar esto, es aconsejable usar tapones a medida o introducir unas gotas de vinagre de manzana diluido en agua tras el baño, lo que ayuda a restablecer el pH natural y reduce el riesgo de infección. Además, secar muy bien el oído con una toalla y, si es posible, con un secador de pelo en posición fría y a distancia prudente.

La primavera también suele derivar en alergias respiratorias que pueden desencadenar los molestos acúfenos o tinnitus. La congestión nasal y la inflamación de la trompa de Eustaquio alteran la presión interna del oído, provocando zumbidos o pitidos. Para minimizar este síntoma, mantener limpias las fosas nasales con lavados salinos y, de ser necesario, consultar al alergólogo para controlar la respuesta inmune. Asimismo, evitar ruidos fuertes y descansar adecuadamente contribuye a reducir la percepción auditiva anormal.

Es importante desterrar mitos sobre el cerumen, pues el cerumen de los oídos no es malo; de hecho, cumple funciones de lubricación y defensa frente a polvo y microorganismos. Su eliminación excesiva o incorrecta puede dejar el conducto descubierto y seco, aumentando la vulnerabilidad a irritaciones y lesiones. Sólo cuando se acumula en exceso y provoca sensación de taponamiento o disminución de la audición, se debería acudir al especialista para una limpieza profesional.

Por último, respetar los horarios de descanso y proteger el oído en entornos ruidosos son prácticas universales para mantener una buena salud auditiva. En primavera, al disfrutar de actividades al aire libre, llevar protección adecuada (tapones o cascos anti-ruido) en conciertos o eventos deportivos resulta esencial. Asimismo, mantener una dieta equilibrada y rica en antioxidantes fortalece el sistema inmunitario, lo que indirectamente beneficia nuestros oídos.

Cuidar los oídos en primavera implica adoptar hábitos de higiene seguros, prevenir infecciones como otitis, controlar los factores que agravan los acúfenos y respetar el equilibrio natural del cerumen. Siguiendo estas recomendaciones, podremos disfrutar de la estación con la tranquilidad de preservar nuestra audición y bienestar.

Suscríbete a Info Linares por email

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a Info Linares y recibir notificaciones de nuevas noticias.

    He leído y acepto vuestra Política de Privacidad.