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Cinco centros de salud del Área Sanitaria Norte de Jaén realizan 2.597 retinografías a pacientes diabéticos en los once primeros meses de este año

Esta prueba diagnóstica es fundamental para detectar de forma precoz la retinopatía, porque es una enfermedad que aparece sin síntomas y deriva en ceguera

Cinco centros de salud del Área Sanitaria Norte de Jaén han realizado un total de 2.597 retinografías a pacientes diabéticos durante los once primeros meses de este año. Esta prestación es fundamental para detectar de forma precoz la retinopatía, porque es una enfermedad que aparece sin síntomas y deriva en ceguera

La distribución de estas pruebas diagnósticas, llevadas a cabo con aparatos digitales de última generación, ha sido de 1.388 en el centro de salud ‘Virgen de Linarejos’, de Linares; 699 en el ‘Virgen de la Cabeza’, de Andújar; 216 en el de Santisteban del Puerto, 149 en el de Bailén y 145 en el de Arjona.

Este tipo de atención del sistema sanitario público andaluz se enmarca en el programa de detección precoz de la ceguera diabética, que es una de la líneas principales del Plan Integral de la Diabetes de la Consejería de Salud de la Junta, cuyos  principales objetivos son reducir la incidencia y el impacto de esta patología en la comunidad autónoma, elevar la calidad de vida de estos pacientes y mejorar la asistencia que reciben.

Este programa pretende adecuar la oferta de servicios a las necesidades de la población y aumentar el grado de conocimiento e información sobre esta enfermedad, además de fomentar la formación de los profesionales y la investigación para la lucha contra este problema de salud y sus repercusiones.

El paciente diabético, que no se ha hecho esta prueba o no ha acudido a una cita con un especialista, debe visitar a su médico de familia o a su enfermera de su centro de salud para informarse sobre cómo acceder a esta prestación.

Retinógrafos digitales

El retinógrafo digital es un instrumento electromédico que realiza una fotografía en la retina del paciente sobre la que repercuten los daños o lesiones que puede producir la diabetes. Si no se detecta nada en esta prueba diagnóstica, se debe continuar un programa de seguimiento con chequeos cada dos años. Pero si el médico de familia sospecha u observa algún problema, contactará con el oftalmólogo para realizar una segunda valoración, que de forma definitiva establecerá el tratamiento adecuado si es necesario.