Siempre es mejor prevenir que curar. Bajo esta premisa, ocho operarios de la empresa mixta de limpieza en la ciudad, Linaqua, trabajan desde hace unos días en la limpieza de imbornales con el principal objetivo de que estén preparados para la nueva temporada de lluvias que, por lo general, se espera a partir del mes de septiembre.
“Este año estoy preocupado, porque a estos veranos de tanto calor suele suceder lo que se denomina la gota fría. Y si es verdad que ante determinadas tormentas, como la que descargó por noviembre de hace tres o cuatro años, no se puede hacer mucho, por lo menos que nos pille con todo preparado y limpio”, manifestó el alcalde, Juan Fernández.
En este sentido, el gerente de Linaqua, Ramón Martín, concretó que se ha dividido la ciudad en cinco zonas de actuación. “Hemos hecho unas rutas por barrios, para de esta forma seguir el sentido de donde vienen las aguas cuando se registran inundaciones”, explicó Martín. La primera de ellas va desde el Camino de Úbeda hasta la Plaza del Ayuntamiento, mientras que la segunda parte desde la Cruz Roja y, a través de Los Marqueses, baja por la calle Pontón hasta el mismo destino. La tercera, por contra, sale desde la Plaza del Ayuntamiento hasta el Arroyo Periquito Melchor, y las dos últimas se focalizan en la zona del centro. En concreto, por las calles Isaac Peral, Puente, Lugarillo, La Virgen y los Francos hasta llegar a las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia la cuarta, y la quinta desde la rotonda de la carretera de Jabalquinto y la calle Jaén hasta la Avenida de Andalucía.
Por el momento, ya se han acometido las tres primeras rutas y, de hecho, estaba previsto que durante la jornada de ayer comenzaran por la cuarta. “Ahora mismo los imbornales se encuentran prácticamente limpios, y ese hecho hace que el trabajo se desarrolle de una forma ágil. Los problemas que por lo general se registran con las primeras lluvias del otoño vienen ocasionados, más que por este tema, por los arrastres. Por ejemplo, podemos tener todo el Camino de Úbeda limpio, pero si el agua arrastra del campo tierra, hojas y demás, conforme baja va tapándolos”, aseveró el gerente de Linaqua.
Una cuestión que no quita, reconoció, que tanto desde la empresa como desde el Ayuntamiento se pongan todos los medios necesarios para intentar evitar situaciones complicadas como las registradas en diferentes ocasiones hace unos años: “Eso sí, si cae una tormenta fuerte, eso no se puede parar”.
Una labor para la que ya cuentan como uno de los principales aliados a las nuevas tecnologías. Así, los operarios llevan un plano informatizado con los imbornales sobre los que tienen que desarrollar las intervenciones, y a través de un sistema de colores especifican los que se limpian en cada momento, de tal forma que el control que se lleva desde la empresa en este sentido es exhaustivo, “ya que se dan casos, por ejemplo, de que haya coches y no se pueda limpiar, o si están enganchados con el asfalto”.
En lo que respecta al verano, una temporada en la que por lo general se registra un mayor número de averías en el sistema de canalizaciones, Martín apuntó a que en esta ocasión no han contado con grandes problemas, más allá de los de una conducción en la Estación de Linares-Baeza. “Lo cierto que la media que se sucede a diario es de un par de ellas, pero en todos los casos leves. En este sentido, las mejoras que hemos acometido en barrios como San Antonio o Belén se notan”, concluyó Martín. Mariela Soriano. JAEN.