Recientemente hemos conocido la noticia de que los dos edificios de la antigua Escuela de Peritos van a albergar una residencia de estudiantes y un palacio de Justicia donde, es de suponer, se concentrarán los servicios y juzgados dispersos por varios edificios del casco antiguo. Ambos proyectos parecen favorecer la dinamización de la zona y, como Linarenses, no podemos sino felicitarnos de que vuelvan a cobrar vida unas de tantas instalaciones desafectadas en nuestra ciudad.
Uno de esos edificios de juzgados, el situado en la Calle Federico Ramírez, junto a la plaza del Gallo, lo ocupaba hasta hace 14 años la Escuela Oficial de Idiomas “Carlota Remfry”. Con el fin de realizar unas obras de reparación en la cubierta, se desplazó dicho centro, y a sus cientos de alumnos y alumnas, al edificio del IES Cástulo. Avanzadas las obras se tuvo conocimiento de que lo que antes fue escuela de idiomas -dependiente de la Consejería de Educación, al ser centro público- pasaba a la Consejería de Justicia.
Desde entonces, y ya van 14 cursos escolares, la EOI Carlota Remfry, a la que acuden en este curso 420 alumnos y alumnas y 14 docentes, junto con 4 personas de personal administrativo y de servicios, funciona en las dependencias que por la mañana ocupa alumnado de ESO y Bachillerato. Cabe destacar que, a pesar de la despoblación de Linares y de la crisis de matriculaciones que sufren algunas EOI andaluzas, la EOI de Linares está creciendo (un 15% en el curso 20123-2024) e incorpora nuevas enseñanzas, como los cursos cuatrimestrales monográficos de inglés y francés.
Nuestras aulas acogen alumnado de características muy diversas. Ni el mobiliario, ni la iluminación, ni la disposición – o tamaño- de las mesas y sillas, ni la imposibilidad de instalar materiales didácticos en paredes y tablones, nos permiten realizar prácticas educativas actuales, adaptadas a las necesidades del aprendizaje de idiomas.
La gestión de los recursos materiales y tecnológicos se complica por el diferente grado nivel de desgaste entre alumnado y profesorado de la mañana y de la tarde y por la disparidad entre los presupuestos de funcionamiento de ambos centros (1 a 7). El IES Cástulo ha crecido con la creación de sus ciclos formativos y carece notablemente de espacio suficiente para sus enseñanzas. Con buena voluntad y creatividad ambos claustros y ambos equipos directivos intentan coordinarse, complementarse y ayudarse sin obstaculizar la actividad formativa del otro. Pero no siempre es fácil o posible.
Sin embargo, más que lamentar la situación actual, intentemos proyectar lo que supondría para Linares disponer de una Escuela Oficial de Idiomas en una zona céntrica, bien comunicada e iluminada, de fácil acceso para alumnado mayor y menor de edad, algunos con dolencias, discapacidad o edades bien avanzadas y problemas de movilidad. Pensemos en la oportunidad de ampliar horarios del turno de mañana -actualmente en régimen de ocupación en el Conservatorio Andrés Segovia, gracias a la amabilidad de su director, Esteban…- y permitir que personas con cargas familiares (fundamentalmente mujeres) pudiesen formarse en idiomas en ese horario. Cuatrocientos alumnos que podrían ser casi 600 si pudiésemos crecer físicamente, vendrían igualmente a frecuentar los comercios y locales de hostelería aledaños.
Imaginemos la posibilidad de colaborar con instituciones y asociaciones culturales locales, de abrir las actividades complementarias y culturales de la EOI (cine, teatro, talleres de conversación, exposiciones, etc.) a la sociedad linarense. La referencia cercana de la Escuela Oficial de Idiomas de La Carolina, centro de menor tamaño que, al disponer de aulas propias, ha podido desarrollar un proyecto de gestión e innovación en espacios educativos que hoy es referencia en todo el Estado español, nos anima a pensar que en Linares es posible disponer de una Escuela Oficial de Idiomas pública, semigratuita y de vanguardia, con aulas que favorezcan el aprendizaje visual, cooperativo, integrador.
Llamamos a las administraciones local, autonómica y estatal a entenderse. Edificios vacíos, públicos y privados no faltan -desgraciadamente- en nuestra ciudad. Les pedimos que nos tengan en cuenta en la vida educativa y cultural local, como un centro formativo más, junto con los centros de primaria, secundaria, adultos, conservatorio y universidad. Que nos permitan abrirnos a la ciudad en un emplazamiento adaptado y dar el mejor servicio a nuestro alumnado. Pedimos a los medios locales y provinciales que nos den voz y nos escuchen, en lugar de hablar de nosotros sin convocarnos a reuniones y tertulias. La comunidad educativa de la Escuela Oficial de Idiomas necesita aulas propias y unas instalaciones dignas, adaptadas y seguras que permitan innovar en sus enseñanzas. Linares necesita una Escuela Oficial de Idiomas presente, abierta y dinámica.
Isabel Montes García
Directora de la Escuela Oficial de Idiomas “Carlota Remfry”, Linares