El voluntariado, su reconocimiento e impacto en la mejora de la empleabilidad

El voluntariado, su reconocimiento e impacto en la mejora de la empleabilidad

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Artículo 4:
EL VOLUNTARIADO, SU RECONOCIMIENTO E IMPACTO EN LA MEJORA DE
LA EMPLEABILIDAD

La Ley del Voluntariado contempla la puesta en valor del voluntariado y por ende de su reconocimiento como mecanismo de crecimiento y gratificación personal a través de la puesta en práctica de las acciones de voluntariado.

Toda entidad de voluntariado por ello tiene por obligación la elaboración de una certificación que acredite el desarrollo de la acción. Esta acreditación puede solicitarse durante el desarrollo del proceso siendo obligatorio que se entregue al final. Ha de contener datos personales, desempeño de la acción y una descripción de las tareas realizadas o funciones asumidas.

Como novedad se establecen mecanismos formales de acreditación de competencias, vía desarrollo de la acción voluntaria o por la vía de la formación, como forma de mejorar la empleabilidad de las personas voluntarias, o para su promoción personal. El hacer voluntariado va a permitir el desarrollo de capacidades y competencias, y muchas de ellas van a estar vinculadas con el desarrollo de los niveles de empleabilidad que van a posibilitar el acceso de forma más fácil a oportunidades de empleo.

Se trata de realizar actividades que mejoren el bienestar de las personas que las realizan pero que a su vez pueda servir de forma indirecta a impulsar que esas mismas personas realicen tareas y funciones que pongan en valor sus habilidades y que puedan llevarlo a su propia realización no sólo a nivel personal sino también profesional.

Existe un movimiento nacional denominado RECONOCE y puesto en marcha por organizaciones sociales de gran calado cuya finalidad es promover la participación voluntaria, prestarle el reconocimiento que merece pero además “evaluar” las competencias desarrolladas para poder certificarlas y que las personas voluntarias puedan utilizarlas en sus procesos de selección y que sirvan como garantía de que han destacado en la realización de las funciones y tareas asignadas y por ende que han elevado sus niveles de empleabilidad.

La motivación voluntaria debe seguir siendo la solidaridad y el altruismo, pero si en el camino estas actuaciones además de contribuir a mejorar la vida de los demás contribuyen a crecer de forma personal y profesional, es necesario evidenciarlo y desde RECONOCE ya han desarrollado las herramientas e instrumentos que lo permiten.

Hacer voluntariado no es sustituir mano de obra, es ofrecer el tiempo libre del que se dispone con el único fin de mejorar la vida de la comunidad y de las personas, y la gratificación es una gran compensación para quienes se mueven por esas motivaciones.

Lo importante, es que quien haya hecho voluntariado, pueda solicitar un certificado de la labor realizada y aportarlo a las candidaturas de empleo en las que pueda participar. Y no hay que olvidar que para hacer voluntariado debe existir un “contrato” de ese voluntariado para que las personas voluntarias estén seguras mientras realizan su actividad y que pueda servir de base para la elaboración futura de los certificados de funciones y de competencias.

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Fuente: Solidari@s Sport