Artículo 1:
HABLAMOS DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y VOLUNTARIADO
Es bueno que hablemos de participación ciudadana. Y es bueno, porque exigimos dedicación por parte de la clase política y de los distintos colectivos que trabajan en el área social y de empleo, pero luego, después de muchos esfuerzos por llevar a cabo programas y proyectos, con muy escasos recursos, las organizaciones sociales se ven con muy bajos niveles de participación por parte de la ciudadanía de a pie.
Todo ello, pasa porque existe la necesidad de motivar a una actitud más activa para manifestar y expresar las inquietudes y necesidades de las personas ante las organizaciones en las que se desea participar y ante los organismos de la administración pública para lo que ya existen canales específicos. No es tan complejo como parece, lo que pasa es parece que resulta más fácil mostrar el desacuerdo y la queja en vez de adoptar una actitud más comprometida que lleve a solucionar muchos problemas sociales, y que esto puede ser posible a partir de la participación, y ésta podría traducirse y ser instrumentada a través del voluntariado.
Actualmente y afortunadamente hay un acceso y uso masivo de dispositivos móviles y de redes sociales y diarios digitales, lo que permite la participación en foros de forma activa, lo cual es muy válido, pero es muy importante poner la misma energía y el foco en ayudar a construir aquellos recursos que deseamos obtener, y una forma válida y efectiva es a través del voluntariado. Conseguir alcanzar metas y derribar obstáculos colectivos es responsabilidad de todas las personas y se hace en favor de la propia comunidad.
Desde este contexto podemos decir que la acción voluntaria ha cambiado mucho a lo largo del tiempo, respondiendo a diferentes concepciones socio-culturales. La aportación del voluntariado a la intervención social ha pasado de ser una mera actividad paternalista o asistencialista para convertirse en acciones concretas dirigidas a generar iniciativas de cambio a problemas sociales.
Por eso es importante clarificar ¿Qué es el voluntariado?
A los efectos de la presente Ley del Voluntariado, se entiende por tal al conjunto de actividades de interés general, desarrolladas por personas físicas, siempre que las mismas no se realicen en virtud de una relación laboral, funcionarial, mercantil o cualquier otra retribuida y reúna los siguientes requisitos:
a) Que tengan carácter altruista y solidario.
b) Que su realización sea libre, sin que tengan su causa en una obligación personal o deber jurídico.
c) Que se lleven a cabo sin contraprestación económica, sin perjuicio del derecho al reembolso de los gastos que el desempeño de la actividad voluntaria ocasione.
d) Que se desarrollen a través de organizaciones privadas o públicas y con arreglo a programas o proyectos concretos.
Importantísimo desarrollar un compromiso con el esfuerzo de las ONG y participar de forma activa de los recursos que ofrecen, ya que muchas de las personas voluntarias actuando bajo el marco de las organizaciones sociales aportarán recursos, herramientas, instrumentos y fórmulas para la mejora de la empleabilidad, y/o en la prevención y tratamiento de situaciones problemáticas que sean barreras y obstáculos para vivir con bienestar.
Hacer difusión de todas las actuaciones que realizan las organizaciones sociales de la mano del voluntariado y su valor como contribución a alcanzar nuevas y mejores fórmulas de contribuir al interés social de las ciudades es también esencial, porque es una muestra de generosidad y es nuestra contribución a la activación económica en nuestra localidad desde un modelo transformador.
No hay que permitir que la apatía, la negatividad y la falta de implicación con la ciudad impidan que avance, que crezca y en esa vía hay que apoyar al emprendimiento social de que surja en la ciudad. Las Asociaciones y las organizaciones sociales necesitan también apoyo y sentir que el esfuerzo que hacen tiene un sentido.
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