Ayer se conocía el fallecimiento del torero linarense José Fuentes en Sevilla, donde residía. Sus restos fueron trasladados a la ciudad de Linares en el día de ayer, instalándose la capilla ardiente en el Hospital de los Marqueses.
Dicha capilla ardiente ha estado abierta durante la tarde y noche de ayer (hasta medianoche) y durante el día de hoy hasta las 16h. El entierro se ha celebrado en la Parroquia de San Agustín a las 16.30h. Después, se ha portado el féretro a hombros hasta la Plaza de Toros, con parada en el azulejo en su honor, situado en el callejón, vuelta al ruedo y salida por la puerta grande entre vítores. Este momento ha sido multitudinario y Linares se ha volcado con el torero.
Biografía
Matador de toros español, nacido en Linares (Jaén) el 16 de febrero de 1944. Su primer terno de luces lo vistió en las arenas de su localidad natal, el día 17 de julio de 1962. También fue en la plaza de Linares donde, un 19 de abril de 1963, toreó su primera novillada con picadores. El 24 de junio de aquel mismo año se presentó en la Ciudad Condal, y el 3 de octubre de 1964 pisó por vez primera el ruedo de la plaza Monumental de Las Ventas, para despenar reses bravas de la ganadería de don Antonio Pérez de San Fernando, acompañado en el cartel por los novilleros Agustín Castellano («El Puri») y Vicente Punzón.
El 18 de abril de 1965, en las arenas de la plaza de Málaga, tomó la alternativa de manos del genial espada rondeño Antonio Ordóñez Araujo, quien, en presencia del matador gaditano Carlos Corbacho Román, le cedió los trastos con los que había de enfrentarse a un toro llamado Buenas Tardes, perteneciente a la divisa de don Carlos Núñez. El día 30 de mayo de aquella temporada, acompañado por los mismos padrino y testigo, confirmó su grado de doctor en tauromaquia en las arenas de la plaza Monumental de Las Ventas (Madrid), donde dio lidia y muerte a estoque al astado Luminoso, procedente de la acreditada ganadería de don Pablo Romero.
A partir de entonces, emprendió en los distinto ruedos de la geografía patria una carrera que nunca pasó de discreta; sin embargo, en sus frecuentes visitas a los coso de Ultramar cosechó varios triunfos sonados.
El día 12 de octubre de 1977 volvió a hacer el paseíllo en la plaza de su Linares natal, para encerrarse con seis toros y poner, tras esta gesta, un heroico broche a su andadura torera. Lidió y mató aquella tarde -más bien con escasa fortuna- cuatro reses bravas del hierro de Domingo Ortega, y dos del marqués de Ruchena. Después de una temporada alejado del ejercicio activo de la profesión, volvió a vestirse de torero en la de 1979, para reanudar una carrera taurina que fue sufriendo mengua de contratos hasta quedar reducida a un sólo festejo lidiado en 1990. Sin embargo, no quiso apartarse por completo de su oficio de matador, por lo que aceptó el cargo de Director de la Escuela de Tauromaquia de Linares.
FUENTE: www.mcnbiografías.com