Cuando llega el verano y el calor no aprieta a determinadas horas, muchos vecinos optan por dejar abiertas las ventanas y balcones de sus casas para que se refrigeren. Este simple gesto es imposible hacerlo en algunas viviendas de la calle Calderón. Según denuncia una de las vecinas, llevan cuatro años teniendo que cerrar sus ventanas y balcones a cal y canto para impedir que unos escarabajos voladores que anidan en los olmos que se encuentran en esta calle entren a sus casas.
Estos escarabajos provocan en los olmos, una enfermedad muy común en esta época del año en ellos que se llama ‘Grafiosis’. El hongo entra en el árbol porque el insecto escolítido que se alimentan de hojas y madera (Scolytus scolytus) llevan en su cuerpo adheridas las esporas del hongo y las van diseminando. La segunda vía de infección es a través de las raíces, de un árbol infectado pasa por las raíces a otro cercano esporas del hongo, entrando en la corriente de savia que lo distribuye a la copa. El hongo tapona los vasos conductores de savia. Primero se observa marchitez y amarillamiento y luego las hojas se secan. En unos meses, muere el árbol.
«Llevamos ya muchos años sufriendo esto y lo que queremos es que actúen y eviten que haya estos escarabajos», explica la vecina afectada.
Algunos de estos árboles se encuentran en la entrada del colegio San Agustín y, aunque según afirma, este año los fumigaron para impedir la presencia de los escarabajos, no ha sido suficiente.
En este sentido, hace unos días la residente registró un escrito en el Ayuntamiento de Linares pidiendo que se haga un seguimiento mayor de los árboles y también se dirigió a los operarios del departamento de Parques y Jardines, pero todavía no se ha intervenido. «Lo que no quiero es que por tener una ventana abierta los escarabajos entren en mi casa porque me ha pasado años atrás y me han manchado la casa al soltar un líquido. No podemos soportarlo más», dice la vecina. Jéssica Soto. IDEAL.