La noche del Miércoles Santo es muy especial. Túnicas de saco y cruces de madera inundan la ciudad a modo de penitencia. El Vía Crucis de la Juventud realiza su recorrido por las calles de la ciudad. Salía a las once de la noche desde la Parroquia de San Agustín y volvía bien entrad la noche. Las antorchas características escoltan a la imagen del Señor crucificado que también acompaña durante todo el recorrido.