Un estudio hidrogeológico puede determinar si hay agua subterránea en el lugar, lo cual es fundamental para los propietarios de fincas agrícolas o ganaderas. Esto permite determinar si existen aguas subterráneas que puedan explotarse antes de invertir en un sondeo o en la fabricación de un pozo.
Para todo esto, es necesario evaluar la capacidad de obtener recursos hídricos. Muchas empresas elaboran informes redactados una vez evaluados todos los parámetros de los que se disponen. En ellos se indica la posibilidad de la finca, así como las zonas más favorables para llevar a cabo la actuación.
Métodos para buscar agua subterránea
Para saber si hay reservas de agua se realizan varios estudios, algunos más tradicionales y otros con tecnologías actuales. Entre ellos están los métodos científico-técnicos, el estudio topográfico y de escorrentía, estudio de fracturas, estudio de la vegetación, tomografía remota térmica, cartografía geológica, georradar, resonancia magnética o medición de la resistividad eléctrica del suelo.
Entre las formas más tradicionales se encuentra el método Zahorí, que es una actividad ancestral para encontrar pozos, pero que no se basa en leyes científicas.
Motivos para excavar un pozo de agua
Lo motivos pueden variar. Aunque en su mayoría esta acción se realiza en sectores como el ganadero o el agrícola, también se lleva a cabo en comunidades que necesitan un suministro de agua potable para el día a día. Igualmente afecta al sector industrial, donde se requiere el uso de agua para su proceso productivo.
Uso de las aguas subterráneas en la agricultura
En esta época en la que el cambio climático está cada vez más presente, y los periodos de lluvia son más imprevisibles, muchos agricultores aseguran su cosecha de esta forma.
Sobre todo en cultivos de regadío, en los que es necesario un riego continuo de los campos. Lo mismo ocurre con los cultivos de secano, de forma que si hay un periodo de sequía no se pierda la cosecha.
Beneficios de usar agua subterránea
El mayor beneficio, sin duda, radica en contar con una gran reserva de agua potable y de calidad. Gracias a este método, se ha podido conseguir agua corriente en algunos países en vías de desarrollo que carecían de este recurso.
Permisos para poder usar agua subterránea
Este es uno de los «inconvenientes» de poner en marcha un pozo. Pues tendremos que legalizarlo y tener todo en regla si no queremos tener problemas.
Algunas pautas que hemos de considerar son las siguientes:
- Verificar si el pozo se construiría en alguna zona protegida. En este caso, solo podría utilizarse para abastecimiento básico.
- Si el estado de conservación del terreno es bueno, o que cantidad de agua nos permitirá la confederación hidrográfica extraer anualmente.
- No puede haber dos pozos legalizados cerca. Por tanto, si alguna otra vivienda o finca cercana ya tiene uno legalizado, habrá que consultar cuál es la distancia mínima para una nueva legalización.
- El Plan Hidrológico establecerá la cantidad de agua que se puede extraer por hectárea de cultivo anualmente. Aquí es donde se tiene valorar si será suficiente, o si merece la pena hacer la excavación.
La empresa RS-Ingeniería realiza estudios hidrogeológicos online, analizando de forma detallada las posibilidades que tiene un terreno de contener agua subterránea, previamente a la realización de los proyectos de legalización y de la propia ejecución de la obra de captación del pozo o sondeo de agua. También realizan estudios de geofísica eléctrica, de forma que se pueda conocer con más precisión la existencia de agua y la profundidad a la que se debería hacer el sondeo. Además, te ayudan con todos los trámites de legalización del pozo.