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Sebastián Palomo Linares: el torero-pintor-actor

 

Sebastián Palomo Linares: el torero-pintor-actor

 

En realidad, es casi seguro que lo que fue en la vida este hombre llamado Sebastián y nacido en Linares, no lo ha sido todo el mundo. Es decir, que habiendo sido torero dedique parte de su vida, una gran parte aunque pudiera parecer otra cosa, a la pintura no suele ser el comportamiento ordinario ni de un torero ni de otra mucha gente. Y eso muestra un espíritu elevado y que siempre ha de ser tenido en cuenta. Y eso sin contar con su faceta de actor.

Pues bien, un 27 de abril del año 1947 nace en Linares un niño al que ponen por nombre Sebastián y de apellidos Palomo y Martínez. Y vino al mundo en una familia humilde y, además, numerosa lo cual, para la época, tampoco era nada raro sino, más bien normal.

Aquel niño, dadas las circunstancias de su propia familia, no fue a la escuela demasiados años pues pronto se ocupó desempeñando el trabajo de zapatero haciendo lo posible por echar una mano en su casa lo cual, para la época, tampoco era nada raro ni extraño dadas las circunstancias por las que pasaba España apenas unos pocos años después de haber terminado aquella guerra fratricida.

De todas formas, aquel no era lo que le tenía preparado el destino pues Sebastián siempre había manifestado un interés notable por todo lo relacionado con el mundo del toro. Por eso se convirtió en novillero a la edad, nada más y nada menos, de 16 años por lo que recibió el apodo bien merecido de “el niño torero”.

Ya podemos imaginar que la vida de alguien que, a esa edad, quiere dedicarse a torear, no puede ser nada fácil. Por eso se trasladó a Madrid. Y no podemos decir que mucho llevara consigo sino 21 pesetas y, eso sí, un capote.

Como, al parecer, era costumbre en muchos casos similares al suyo, tuvo que pernoctar en los soportales de la Plaza de Vista Alegre de Madrid. Y, como también era de esperar, tuvo su soñada oportunidad en la que se daba en llamar “Corrida de la Oportunidad” como era la que, como tantos otros, quería nuestro Sebastián. Y corría entonces el año 1964. Y apenas dos años después (el 19 de mayo de 1966) acabó tomando la alternativa en la plaza de Valladolid ante el público y su padrino el torero Jaime Ostos y testigo, a la sazón Juan García, de apodo “Mondeño”.

Como aquí no iba a quedar la cosa según el mundo del toreo, confirmó su alternativa cuatro años después (19 de mayo de 1970) teniendo entonces como padrino a Curro Romero y como testigo a Juan José García. Ya tenía Sebastián 23 años y, claro, el comienzo de sueño más que cumplido.

En realidad, no podemos trasladar aquí todas las corridas de toros en las que intervino Sebastián Palomo Linares porque se cuenta por bastantes más de 1.000 las mismas. Tampoco los muchos trofeos que obtuvo en ellas que fueron más y muchos más que más pues es de creer que lo fueron; tampoco las veces que se “retiró” (como suele ser muy común en el caso de los toreros) hasta que definitivamente se cortó la coleta en 1995 por mucho que dos años después (como también suele ser común entre los toreros al llevar en la sangre un oficio tan arriesgado como ése) aún toreara alguna corrida… Y no podemos porque, además de torero, Sebastián desempeñó, digamos, otras funciones en su vida.

Así, por ejemplo, fue actor. Sí, actuó en una serie de películas que, por fuerza, debían tener relación con su oficio de torero:

-”Nuevo en esta plaza”, en los venía a contarse sus inicios en el mundo del torero pues, claro, entonces era “nuevo” en las plazas… Corría el año 1966.

-”Solos los dos”, película que coprotagonizó con Marisol. Y, entonces, se interpretaba a sí mismo. Corría el año 1968.

Y colaboró en una serie de películas como fueron, a saber:

-”Una señora estupenda”, con Lola Flores. Corría el año 1967.

-”Urtain, el rey de la selva”. Corría el año 1970

Y, ya, para finalizar:

-”La Carmen”, con Sara Lezana y Julián Mateos. Corría el año 1976.

Pero, al parecer, Sebastián llevaba “dentro de sí” mucho arte pues se dedicó al mundo de la pintura durante unas cuantas décadas y no se trataba la cosa de algo fugaz, como pudiera pensarse… Y para que se vea que esto, la no fugacidad de su arte de pintor, es así, aquí traemos algunas de las exposiciones en las que, digamos, mostró su obra:

1967 – Galería San Diego Bogotá (Colombia)

1977 – Galería de Arte Independencia. Bogotá (Colombia)

1989–  Galería de Arte Eduma. Linares (España)

1989 – Edificio Beatriz. Madrid (España)

1990–  Museum Art. Gallery. Houston (USA)

1990 – Hotel Ercilla. Bilbao (España)

1990 – Galería Club 24. Madrid (España)

1991–  Galería Caja de Ahorros de Murcia. (España)

1991 – Galería Llamas. Fuenterrabia. (España)

1991 – Galería Llamas. Marbella (España)

1991 – Galería Horach. Palma de Mallorca (España)

1992–  Hotel Al-Andalus. Sevilla. (España)

1992 – Galería Llamas Marbella (España)

1992 – Galería Llamas Fuenterrabia (España)

1992 – Castells de Pera tallada. Gerona (España)

1992 – Galería Amador de Los Ríos. Madrid (España)

1993–  Galería de Arte Eduma Linares (España)

1993 – Galería San Vicente. Valencia (España)

1993 – Centro Cultural Villa de Barajas. Madrid. (España)

1994–  Galería Cartel. Granada (España)

1994 – Gallery Goya Art. New York (USA)

1994 – Galería Faunas. Madrid. (España)

1995–  Euro galerías Llamas. Bilbao. (España)

1996–  Euro galerías de Arte Hondarribia. San Sebastián. (España)

1997 – Euro galerías de Arte Llamas. Bilbao (España)

1998–  Museo Dalí. Figueres (Gerona)

2009–  Hotel Los Monteros. Marbella. (España)

2009 – Club Antares. Sevilla. (España)

2009 – Casa de Jaén. Granada (España)

2010–  Museo Municipal Ulpiano Checa. Colmenar de Oreja. Madrid (España)

Por cierto, la última exposición pictórica de Sebastián (“50 años de pintura 1967-2017” era el título de la misma) se abrió al público el mismo día en que fue operado del corazón (el 21 de abril de 2017) y lo era para conmemorar, precisamente, sus cincuenta, ¡cincuenta!, años como pintor. Fue propiciada por el Ayuntamiento de Boadilla del Monte y estuvo abierta al público hasta el 16 de mayo siguiente. Y, como podemos imaginar, no llegó a inaugurarla al fallecer tres días después…

Pero como toda persona que merece ser tenida en cuenta, Sebastián lo fue. Y por eso, y como no podría ser de otra forma, la plaza de toros de Linares, desde el año 2003 tiene puesta una placa en recuerdo de Sebastián que fallecería un mes de abril, el mismo en el que vino al mundo, pero de 2017 y en otro día, el 24. Y lleva esta leyenda:

“Al gran maletilla y mejor torero Sebastián Palomo Linares”.

Pues eso, Sebastián, gracias por tu vida y, allá donde te encuentres, bríndanos un morlaco. Y, ya de paso, nos lo pintas.

Eleuterio Fernández Guzmán