- El clan ha sido objeto de multitud de investigaciones en los últimos años llegando a adquirir un alto nivel de especialización, siendo considerado como el mayor proveedor de cocaína de la provincia jienense
- Los investigadores estiman que semanalmente se proveían de tres o cuatro kilos de cocaína a través de una organización criminal de origen colombiano (sometida a investigación), que en 24 horas la distribuían en toda la provincia
- La operación policial “Pócima” se ha saldado con la detención de ocho miembros del clan, practicándose tres registros domiciliarios y la incautación de 1.100 gramos de cocaína en la fase primera y 1.200 en la segunda
Agentes de la Policía Nacional, adscritos al Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Linares, han detenido a cuatro personas en un operativo especial contra el clan de los “Alicantinos”. Este clan había sido objeto de multitud de investigaciones en los últimos años, adquiriendo un alto nivel de especialización, estando considerado por los investigadores, como el mayor proveedor de cocaína de Jaén. Los agentes estimaron que semanalmente este clan se proveía hasta de cuatro kilos de cocaína a través de una organización criminal colombiana, que, en prácticamente 24 horas, la distribuían por toda la provincia. La operación “Pócima” se ha saldado con la detención de ocho, (cuatro en una primera fase) miembros del clan, practicándose tres registros domiciliarios y la incautación de 1.100 gramos de cocaína en la primara fase y 1.200 gramos de cocaína en la segunda; en total 2.300.
Mediado el pasado año, los investigadores del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Linares tenían conocimiento de que el líder del clan de los “Alicantinos” había obtenido el tercer grado penitenciario, residiendo nuevamente en la Estación Linares-Baeza, supuestamente, retomando sus ilícitas actividades nada más salir de prisión. Por ello, los investigadores activaron todos los mecanismos de captación de información, estableciendo diferentes dispositivos de vigilancia.
Tomaba extremas medidas de control y seguridad para evadir la acción policial
Durante meses, los investigadores estudiaron su rutina diaria estableciendo diferentes vigilancias, demorando en el tiempo el avance de la investigación. El investigado tomaba todo tipo de medidas con el fin de distraer, confundir y evadir la acción policial con el añadido de que, el lugar donde tenía su residencia habitual podría detectar, con el fin de anular, la acción policial que le llevara a su detención. Por otra parte, los agentes sabían que utilizaba un anexo al domicilio habitual, presuntamente, como “guardería”, es decir lugar donde escondía la droga.
Fruto de los diferentes dispositivos de vigilancia, los agentes detectaron la presencia de una mujer que llegó hasta la zona en un vehículo; habitualmente la encargada del transporte de la droga, observando como el cabecilla del grupo accedía al anexo mencionado, saliendo con tres paquetes que directamente introdujo en el vehículo de la mujer, para después subirse al coche lanzadera. Vehículo que suelen utilizar los narcotraficantes con el fin de detectar a la policía. Posteriormente, ambos vehículos partieron desde la zona en dirección a la ciudad de Úbeda donde fueron interceptados. En ese momento, el cabecilla del grupo arremetió contra el vehículo policial dándose a la fuga. En el registro que se realizó al vehículo de la mujer, los agentes encontraron los tres paquetes mencionados que contenían 111, 84 y 45 gramos de cocaína.
Coordinación perfecta entre la autoridad judicial y la policía
La autoridad judicial tenía perfecto conocimiento de los entramados de la investigación, siendo puntualmente informada de los pasos del investigado, autorizando la entrada y registro de tres domicilios, uno de ellos, donde, presuntamente, se escondía la droga. Noventa minutos después de la detención e incautación de la droga en la entrada de Úbeda, se realizaron de forma coordina los registros mencionados.
La operación policial “Pócima” se ha saldado con la detención de ocho miembros del clan, (cuatro en una primera fase y otros cuatro en la segunda) practicándose tres registros domiciliarios y la incautación de
1.100 gramos de cocaína en la primera fase de la operación y 1.200 en la segunda; en total 2.300, continuando con las investigaciones.
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