Hoy en día y con el nivel de vida que llevamos es bastante usual que se necesite ayuda psicológica. Pero en tiempos de confinamiento es más complicado que podamos acudir a terapia presencial. Afortunadamente, podemos tener a nuestro psicólogo online de forma sencilla. La terapia no requiere un contacto físico, por lo que podemos realizarla de forma segura por videollamada, teléfono o chat.
Además, esta situación que se está viviendo nos está haciendo encontrarnos más bajos de ánimo. Personas con problemas de ansiedad o depresión la están viendo agravado su problema de salud. Preocupaciones, problemas económicos y un sin fin de inconvenientes a los que nos enfrentamos a diario. Por este motivo, las consultas psicológicas han aumentado hasta el doble de lo habitual.
Incluso trastornos mentales que no conocíamos o que ya pensábamos superados pueden volver a producirse. Salimos de nuestra zona de confort. Lo que más deseamos en el día a día, como permanecer en casa y descansar, es lo que ahora se nos hace cuesta arriba. Jamás hubiéramos pensado que estar en casa nos iba a producir tantos quebraderos de cabeza.
Te contamos algunas ventajas de las consultas psicológicas online:
- En cualquier lugar. No importa donde esté la consulta de tu psicólogo, ya que no tendrás que desplazarte para recibir la terapia. Por eso, si tienes preferencia por una clínica de otra ciudad, no habrá problema. Además, las consultas suelen ser más económicas y ahorrar el dinero del desplazamiento.
- Múltiples opciones. Si tienes dificultad para expresarte de forma verbal, existe la opción de hacerlo de forma escrita, normalmente a través de algún chat de mensajería instantánea. El teléfono es otra de las opciones, pero quizás las más aconsejable sea la videollamada, ya que es la más cercana al a realidad. Esta opción es posible gracias a los móviles, ordenadores o tablet, dispositivos que casi todo el mundo dispone.
- Comodidad y confianza. El ambiente en el que se produce la terapia puede ser más cómodo, al estar en tu propia casa. Se genera así una confianza mayor que si acudes a un consultorio, donde el ambiente suele ser desconocido. Además se produce una situación más íntima sin que nadie fuera de casa sepa que recibes este tratamiento.
- No romper el contacto. Esta es una buena solución para no romper en contacto con tu terapeuta. Si ya estás recibiendo este tratamiento no es necesario que lo pauses durante la cuarentena. Esto podría ser contraproducente y se volvería atrás avances que ya se habían conseguido.
Y por último, no te sientas avergonzado por necesitar una terapia. La ayuda psicológica es más usual de lo que nos pensamos y casi todas las personas a lo largo de su vida van a necesitar en algún momento este tratamiento. Las enfermedades como ansiedad, depresión, trastornos compulsivos, miedos o hipocondrias o algunos de los más comunes.