Y al tercer día, volvió a la vida desde aquel barrio minero de Santa Bárbara. Desde primera hora de la mañana el barrio inundado de túnicas blancas, de jóvenes llenos de nervios por acompañar a sus sagrados titulares por primera vez, de músicos, costaleros, nazarenos de luz y un sin fin de personas, que se agolpan a las puertas de la parroquia para disfrutar de nuevo de la presencia de Cristo Resucitado y de su Madre del Amor Hermoso. Una imagen que no se podrá ver, pero nos quedamos con los recuerdos de esta jornada inigualable.
El paso de misterio, comienza su andar en el interior del templo, con una primera levantá por parte del párroco de la iglesia, Manuel Valenzuela. Tras cruzar el dintel de la puerta, la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Pasión, marca los primeros sones de la mañana con la marcha real seguida de «Volver a la Vida», la primera marcha que se interpreta a la salida.
Tras aparecer un interminable número de jóvenes y decenas de nazarenos de luz, se vislumbraba ya en el interior del templo el paso de palio. Ya en la calle, la Virgen del Amor Hermoso es recibida por aplausos interminables, pétalos caídos del cielo y vivas. Se dirige a la Plaza de San Leonardo, para continuar hasta la carretera Baños y llegar a uno de los primeros puntos dónde más público espera la hermandad por ser especial. Aquí los bomberos, hacen sonar sus sirenas y regalan a ambos pasos unas espectaculares petaladas como signo de agradecimiento por el patronazgo que poseen en la hermandad.
Desde aquí la cofradía se dirige siempre al centro de la ciudad para llegar a la tribuna. Emocionantes chichotás que en un abrir y cerrar de ojos, llevan a ambos pasos a la calle Sagasta, antesala de la tribuna. En dicha calle, son numerosas las petaladas que devotos realizan desde sus balcones como gesto de cariño o agradecimiento.
Siempre puntualmente la cruz de guía entra en tribuna, con una Carrera Oficial donde no cabía un alfiler. Diversas son las familias que ese día compran su silla, y se arreglan con sus mejores galas para disfrutar de la Cofradía. Llega en primer lugar el majestuoso paso de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, presidido por cristo resucitado, obra del cántabro Víctor de los Ríos. El paso está siendo dorado en estos años, tras haber finalizado su proceso de talla, uno de los proyectos culmen de la hermandad en estos momentos.
Detrás siempre su Madre del Amor Hermoso, al son de «Pasa la Virgen Macarena». Fina y elegante llevada por su cuadrilla de de costaleros. La Virgen como anualmente nos acostumbra lleva un exorno floral muy variado y rico. Es colocado y puesto por su florista y vestidor Felipe López el cual suele variado año tras año trayendo muchísimas novedades.
La virgen bajo un palio azul y una gloria de Nuestra Señora de la Asunción de la sevillana localidad de Cantillana, hermandad con la que el Resucitado mantiene estrechos lazos incluso llegando a hermanarse.
Tras pasar de este punto, el cortejo alcanza la Calle Calderón y el Colegio Salesianos San Agustín, lugar dónde estudiantes de este colegio preparan reflexiones y una oración, para el paso de ambos pasos realizando también una ofrenda floral. Desde aquí la cofradía va camino de casa, bajando la calle la Cruz y tras cruzar la fuente del Pisar, comienza una de las partes mas emocionantes del recorrido, la Cuesta del Costalero.
Aquí en primer lugar, el paso de misterio, sube la cuesta con la mezcla de cuatro o cinco marchas seguidas interpretadas por la AM Nuestro Padre Jesús de la Pasión. La labor de los costaleros en la chicotá es fundamental pues subirán el paso poco a poco como sin querer terminar dicho momento y al llegar al final, es recibido por alguna saeta.
Hasta que no entra el paso de misterio, no comienza a subir la Madre del Amor Hermoso, también con una mezcla de tres o cuatro marchas, con una mecida suave y fina con la que normalmente consiguen emocionar a los presentes, que disfrutan de los últimos minutos del Domingo de Resurrección ya pasadas las cuatro de la tarde.
Y cuando llega al final del todo, la Virgen postrada a las puertas de su iglesia, se interpreta su salve, con la que termina todo, con la que el palio entraría en su casa y comienza un nuevo año cofrade.
De nuevo volveremos a soñar con ver a Linares celebrar la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo pero mientras quédate en casa y comienza a soñar con ese momento.
Para hacer este Domingo de Resurrección inusual un poco más llevadero, la hermandad distribuyó un horario con el que la gente podía participar en el recorrido «ficticio». Los bomberos hicieron sonar sus sirenas rememorando este momento especial del recorrido y las campanas de las parroquias sonaron a medio día para celebrar que Jesús ha resucitado.
Redacción y fotografías: Alejandro Valderas
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