Las cuatro de la mañana, el discípulo amado, San Juan Evangelista, y Nuestra Señora del Mayor Dolor, esperan la llegada de Jesús Nazareno. Tres golpes secos se escuchan en la puerta del antiguo convento franciscano y una ronca voz dice “Abrid las puertas al Nazareno de Linares”. Las puertas se abren y en la oscuridad los candelabros de guardabrisa ilumina a Jesús el Nazareno. Una vez ha salido comienza el toque de oración interpretado por un miembro de la Banda de Cabecera desde un balcón de la Plaza y en el momento culmen, Linares es testigo de la Bendición que el Nazareno imparte a su pueblo, que se concentra allí en la madrugada para recibirla. Tristeza al ver que este año no podrá ser, pero en los corazones de los linarenses se siente esta bendición.
Un largo cortejo comienza a andar, el cuál es abierto por la Banda de Cabecera del Nazareno. Esta iba a realizar un concierto cuaresmal programado, junto con la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Pasión, a beneficio de la Asociación Pídeme la Luna, el cual tuvo que ser aplazado. Tras esta formación, el primer paso es el de San Juan Evangelista, portado por mujeres costaleras que profesan gran devoción hacia la imagen, puesto que año tras año demuestran el fervor y el cariño hacia el discípulo amado.
Un enorme número de nazarenos, acompaña a Nuestro Padre Jesús Nazareno y amplio es también el cuerpo de costaleros que lo portan y que es mandado por Nicolás Hidalgo e Isacio Ocaña. Este año la nota musical estaba prevista por la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario de Linares. Cuando el paso se adentra por la calle Sixto Cámara, el paso de palio se encuentra en la estrechez de la calle Zabala, al son de «Pasa la Virgen Macarena», con un andar fino, elegante y portentoso, como muy valiente.
La cofradía se dispone a entrar en uno de los puntos clave del recorrido, la Calle Espartero, calle donde recrea su andar al son de innumerables saetas. Esto viene siendo típico desde hace muchos años, donde se sucedían interminables saeteros en los balcones para cantarle a Jesús Nazareno. Con el amanecer del día, la cofradía ya llega al Pasaje y Corredera de San Marcos, sobre las 8 de la mañana, buscando su segunda bendición.
La gente va acudiendo cada año en búsqueda del Nazareno, cumpliendo tradiciones familiares, los churros mañaneros y paseo arriba para llegar a la Glorieta de la Coronación a recibir un año más la bendición del Nazareno y a dar gracias al señor por cuidar de los suyos. Ya rozando el reloj el medio día, Nuestro Padre Jesús se dispone a bajar el Paseo de Linarejos con un andar poderoso y valiente, ante la presencia de cientos de linarenses, que ya esperan su llegada para pedirle y rezarle. La ilusión de los niños que anhelan su presencia, correteando por un paseo en el que se respira primavera en una mañana soleada. En los dos últimos años por cuestiones meteorológicas se recortó el recorrido y no se subió el paseo.
Y puntualmente debería llegar a su parroquia, para poder dar la última bendición y de nuevo, cerrar un año más el sueño de toda la familia nazarena y cuantas personas sienten al nazareno. Y de ahí, la Virgen que tallara Juan Martinez Cerrillo, volverá a su casa de hermandad, pues la estación de penitencia no termina ahí. De forma airosa y muy acorde, vuelve la Madre de Dios, tan perfectamente engalanada con sus mejores vestimentas y que coloca magníficamente su vestidor, Reyes Ángel Fernández , enmarcando su rostro de dolor.
De nuevo volveremos a soñar con ver a Linares recibir la bendición de Jesús Nazareno pero mientras quédate en casa y comienza a soñar con ese momento.
Redacción y fotografías: Alejandro Valderas
Recuerdos
Nuestro Padre Jesús Nazareno volvió a su templo antes de la hora prevista
Abajo el caperuz
Abajo el Caperuz ofrece los momentos de Cuaresma de la Hermandad del Nazareno