Santacenero nos cuenta en esta viñeta un detalle singular. En la hornacina de la puerta principal de la Casa de la Munición hay un azulejo a Santa Bárbara, patrona de los mineros y de los artilleros. En este edificio se suministraba «de estrangis» balas de cañón a la guerrilla durante la guerra de la independencia. Por ello, recibe ese nombre, que en 1757 fuera usado Casa de la Moneda. Era un almacén de explosivos, un «Santabárbara», como se denominaba a estos lugares en los buques.
Este edificio sigue en activo, ahora como sede de Hacienda, y conserva su belleza y su arquitectura casi intacta. Hace pocos días, el pasado 4 de diciembre, se celebraría la festividad de Santa Bárbara. Era conocida porque en la época minera se trataba de un día de fiesta y descanso para los trabajadores. Además, se lanzaban grandes cantidades de munición por parte de los estudiantes de la Politécnica y los mineros, que disponían de este material para abrir paso en las diferentes galerías de las minas.