El día 18 de enero de 2019 a las 21:00 será el preestreno del documental que contará con la presencia del camarógrafo del documental Aitor Acordagoitia, el ilustrador Carlos Buendía y el fundador Carlos Chamorro.
Aitor Acordagoitia – Nacido en Barcelona. Estudió Realización Multimedia y posteriormente graduado en Medios Audiovisuales y Televisión, Production and Technology en la universidad de Glyndwr, en Wrexham, Gales. Durante este periodo dirigió el cortometraje Check Out, escrito por Jordi Ledesma y basado en la novela Narcolepsia del mismo autor. Posteriormente trabaja como director, guionista y editor en la productora Visual BCN, desarrollando proyectos de publicidad, videoclips y televisión. Actualmente y desde hace tres años trabaja de forma freelance y colabora con el proyecto BonDiaMon con el cual ha dirigido el documental «Mi nombre no es refugiado», grabado en distintas ciudades en Grecia con refugiados Sirios. Y actualmente trabaja en la fase de postproducción de un documental sobre la migración ilegal a Europa desde África, grabado en Gambia. Este año ha dirigido proyectos para diferentes marcas, así como fotografía.
Carlos Buendía – Es uno de los ilustradores de moda españoles más cotizados. No solo porque Loewe confíe en él desde hace más de cinco años, tiene la suerte de haber conseguido tras más de 16 años de profesión ser un verdadero profeta en su tierra, Linares (Jaén). Su estilo irremediablemente andaluz ha encontrado una fusión perfecta con la alta costura que admira desde siempre. «Me fui a Salamanca a estudiar Bellas Artes y la verdad es que me ayudó mucho porque mi estilo que es muy andaluz y estudiar allí me hizo verlo desde otra perspectiva, disfruté más de todo y es lo que pasa cuando estás lejos, que aprecias realmente de dónde vienes» (Fuente: ABC)
Carlos Chamorro – El proyecto solidario “Pintando cimas” surgió en sus inicios como un fascículo del blog de carreras por montaña titulado “Búscame en la Cima”, editado por él mismo. Este corredor por montaña de Linares (Jaén) y maestro de primaria en SAFA (Baena, Córdoba), solía escribir sus vivencias y emociones al correr por parajes naturales novedosos. A modo de diario, describía la pureza de las sensaciones que notaba al correr por montañas, y fue a partir de ahí donde le surgió la chispa y empezó a interesarse por aquellas comunidades donde los pequeños/as tienen dificultades para llegar hasta sus escuelas, porque viven en entornos naturales poco accesibles.
PINTANDO CIMAS EN ECUADOR
PROYECTO SOLIDARIO
El proyecto solidario ha concluido su tercer objetivo.
Este proyecto solidario, liderado por Carlos Chamorro, persigue la labor de llevar material escolar a niños y niñas de zonas de montaña de difícil acceso. Se autofinancia principalmente con la venta de camisetas deportivas y bragas para el cuello, que cualquier persona interesada ha podido adquirir a través de la página web.
Tras haber actuado previamente en el Atlas Marroquí (2015) y en Nepal (2016), en esta ocasión, previo contacto con el corredor suizo-ecuatoriano Karl Egloff, esta iniciativa ha centrado su ayuda en la zona de Cayambe (Ecuador). Concretamente, entre los días 14 y 23 de julio de 2018, Carlos y su equipo han actuado en dos escuelas de la zona de Piamonte, situadas ambas a unos 3600m de altitud. A éstas acuden pequeños y pequeñas que viven en zonas en las que a veces tardan hasta una hora andando en llegar al cole, ya que habitan en casas dispersas cercanas al camino de ascenso al volcán que recibe el mismo nombre.
Se ha intentado dar respuesta a la mayoría de las necesidades que nos trasladaron las familias de Piamonte, de manera que se han comprado 80 lotes de material compuestos por mochila, cuadernos, colores, tijeras, estuches, lápices y borradores, para cada estudiante, así como una impresora, balones de fútbol, mesas y sillas, para que les den utilidad en el próximo curso escolar 2018/19. Además, en esta ocasión se han reparado algunas instalaciones, ayudando a pintar las aulas y los exteriores de una de las escuelas, y reparando algunos cristales de las ventanas que estaban rotos.
Ha sido, como consecuencia, un acto de convivencia vivido por ambas partes de manera muy intensa, ya que tanto los españoles como los cayambeños han compartido unos días de trabajo intercambiando experiencias, comidas, festejos tradicionales y costumbres que seguro quedarán grabados para siempre en su memoria y en su corazón.