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En este QUINTO artículo compartiremos con vosotros/as como afecta ser del colectivo LGTBI+H en el ámbito laboral.

El colectivo LGTBI+H es una minoría vulnerable que sufre altos niveles de discriminación y cuyos impactos aún no son conocidos del todo, ya que es aún una realidad de discriminación encubierta.

En muchos casos, y a pesar de los logros legales conseguidos, la discriminación reduce las posibilidades de contratar al personal adecuado, ya que en ocasiones se rechazan candidatos/as en primera instancia por su orientación o preferencia sexual. Esto fomenta la marginación y la falta de oportunidades para los LGTBI+H.

El presidente de la Asociación Nacional para la Defensa del Trabajador (ANDET), Antonio Valenciano, declaró que el número de casos atendidos por su organización «había crecido entre un 60% y un 70%» en el último año” (año 2014). Una situación que ha obligado a su organización a poner en marcha una sección concreta para este colectivo. Y ello, a pesar de que esta lacra «parecía superada». La evolución sucesiva ha ido en decrecimiento por la aprobación de medidas que favorecen la protección del colectivo así como campañas de sensibilización en favor de la diversidad.

No obstante, hacer estas aproximaciones no es fácil ni real ya que no hay datos oficiales de discriminación, sobre todo, por la falta de visibilización: ya que si no eres púbicamente homosexual, iniciar un proceso supone asumir unas consecuencias. Siempre se necesita un entorno familiar y económico sólido que le permita a la persona afrontar tan compleja situación, que socialmente le estigmatiza. A esto se suma el miedo a perder el empleo y, en ocasiones, la vergüenza a ver público un conflicto laboral que no ha sido provocado por ninguna competencia vinculada a su empleo sino a su identidad sexual.

Si sufres acoso te recomendamos:

  1. Conocer tus derechos. Son los mismos que los de cualquier ciudadano, no obstante, hay que estar alerta e introducirlos en los convenios, que la gente se eduque en el lenguaje y los hábitos. Al fin y al cabo, en el ámbito laboral es donde pasamos la mayor parte de nuestra vida.
  2. Reconocer la situación de discriminación. En ocasiones, se disfrazan de causas económicas, por lo que hay gente que ni siquiera se da cuenta. Percatarse de si los cambios en el trato se producen tras un hecho significativo, es fundamental.
  3. Conseguir pruebas. Si se denuncia un caso de discriminación, hay que demostrarlo, por lo que hay que hacer un esfuerzo en encontrar pruebas documentales y los compañeros/as normalmente no están dispuestos a testificar por miedo a repercusiones negativas.
  4. Denunciar. Puede hacerse ante la Inspección de Trabajo o mediante una demanda a través de la jurisdicción social.
  5. Alcanzar un acuerdo. Seguir y aguantar en determinadas situaciones puede ser una tortura moral y psicológica. Por eso, para muchos trabajadores/as el acuerdo pasa por negociar su despido, y esta es una decisión muy personal.
  6. Acude a una Asociación y/o colectivo de defensa de los derechos LGTBI+H y pide asesoría

Soledad Gea Maldonado. Colaboradora de la Asociación Arco Iris.

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