ENTREVISTA A PACO GUTIÉRREZ
(Presidente de la Asociación Amigos del Sáhara Libre de Linares)
“Poco a poco la gente, con ingenio, reconstruye sus casas”
Tras las devastadoras lluvias que asolaron los campamentos de refugiados saharauis en octubre de 2015, la Asociación de Amigos del Sáhara Libre de Linares, al igual que muchas otras, han reforzado su actividad. Así, su presidente, Paco Gutiérrez nos acerca a esta ONG para conocer, de primera mano, cómo aportan su granito de arena a esta causa para que todo vuelva a la normalidad.
En primer lugar, ¿cuándo fue su visita al campamento tras la catástrofe?
Nosotros, como mínimo, solemos ir una vez al año, pero tras lo ocurrido hemos ido dos veces; la primera, del 6 al 14 de noviembre de 2015; y la segunda, del 4 al 12 de diciembre del pasado año. Precisamente, el Gobernador de la Wilaya de Auserd, Salek Baba, tenía prevista su visita a Linares con motivo de una entrevista con el Ayuntamiento y con la Diputación de Jaén, pero ese mismo día comenzaron las fuertes lluvias, y así continuaron durante diez días.
¿Cómo surgió la idea del viaje hasta el campamento?
Salek Baba, me llamó y me comentó que debía irse urgentementeal campamento porque la situación era muy mala. Tan mala que una Wilaya ha quedado completamente destruida a causa de las lluvias, al igual que otras, ya en menor medida.
Una cooperante nuestra, responsable del tema de salud, vivió en primera persona lo que fueron esos días, hasta el punto que me llamó diciéndome que aquello era un desastre, que las casas se estaban cayendo y que la gente ya estaba viviendo en la calle. Pues bien, cuando sus días allí terminaron, regresaron a España.
Entonces, para que pudiéramos dar fe de lo que allí estaba sucediendo, decidimos ir y llevar con nosotros a un fotógrafo profesional que hizo más de 2.500 fotografías, las cuales, están expuestas en el Ayuntamiento de Lopera y recorrerán los pueblos de la provincia.
¿Cómo fue la experiencia de vivir aquella catástrofe?
Los días que estuvimos allí recorrimos todo lo que se podía porque sólo había lagunas de agua en medio del desierto, una situación bastante novedosa. En la primera visita, nos encontramos con que no había habido ninguna desgracia personal, afortunadamente, aunque sí de ganado. Además, el ministro de Sanidad convocó una reunión con todos los demás ministerios. En la misma, el Gobierno español sólo aportó a la causa ciento ochenta mil euros, cuando los demás aportaron casi medio millón de euros, una ridiculez por parte de España. Pues bien, allí también se declaró la zona como contaminada total debido a la ascensión de la fosa séptica.
En la segunda visita, nos encontramos con que el tiempo había secado las casas de adobe y, por ello, comenzaron a derrumbarse. Así, campamentos se tienen que reconstruir en su totalidad. La gente, con ingenio, está intentando, poco a poco, reconstruyendo las viviendas gracias a la ayuda del Gobierno.
Desde la Asociación han realizado una campaña de recogida de
alimentos, ¿fue antes, durante o después de la catástrofe?
La recogida de alimentos se realizó durante nuestra visita al campamento. En estas fechas es cuando se están trasladando los alimentos recogidos hacia el campamento. Se ha llevado una caravana de todo el Estado español pero, concretamente, de Andalucía.
¿Se han visto afectadas las familias de los niños que suelen venir a Linares a pasar una temporada?
Sí, se han visto afectadas prácticamente t
odas porque la catástrofe ha asolado todos los campamentos y, por tanto, ha repercutido en todas las familias de los niños que vienen a Linares a pasar una temporada. Como consecuencia, las familias de acogida de esos niños se han puesto en contacto con las de allí y les han enviado alimentos y dinero.
¿Tienen en mente algún proyecto más para ayudar a los afectados?
Inmediatamente después de que ocurriera la catástrofe mantuvimos una reunión con la Diputación para conseguir iniciar la ayuda de cooperación internacional, la cual, se ha utilizado para comprar jaimas y comida. En cuanto a los proyectos futuros, decir que estamos visitando los distintos ayuntamientos para que nos ayuden a enviar más cosas.
Tras la catástrofe, ¿sigue en pie que los niños vengan a Linares para el verano?
Sí, además, nuestro objetivo es que vengan más niños. Queremos traer este verano a cien niños a nuestra Asociación. Además, nos gustaría que pudieran venir las familias, pero bueno, lo importante son los pequeños.
Centrándonos ya en la Asociación de Linares, ¿cómo surgió?
La Asociación surge, como en toda Andalucía, a raíz de un movimiento del año 1975 cuando Marruecos desplaza a los saharauis fuera de su territorio. En España, ese movimiento incipiente fue muy pequeño. Aquí en Linares todo comenzó cuando yo volvía de trabajar en el sindicato de Comisiones Obreras, cuando escucho en la radio que necesitan cooperantes para la provincia de Jaén. Cuando llego a casa, se lo comento a mi mujer, y llamamos a un teléfono que nos proporcionaron y adoptamos a un niño y a raíz de ahí comenzó nuestra andadura en la Asociación.
¿En qué año comenzó a funcionar la Asociación?
Antes, en la provincia de Jaén, sólo había una asociación y ahora estamos dos. Nosotros desde el año 1994 estamos visitando campamentos, pero ya en el año 1995 había niños saharauis en Linares.
Entre las actividades que se han hecho desde entonces, ¿hay alguna a destacar?
Nosotros hemos hecho y seguimos haciendo actividades de todo tipo para conseguir dinero y que los niños puedan venir en verano. Así, llevamos ocho años organizando la Carrera Popular de Linares, donde se implica mucho Agüita. Él mismo lleva con nosotros ocho años trabajando activamente.
La actividad principal para nosotros es “Vacaciones en Paz”, donde buscamos familias para, durante el verano, acojan a los niños. Desde que comenzamos hasta ahora hemos traído, aproximadamente, 1.600 niños.
Nos comentaba que el Ayuntamiento de Linares siempre ha estado colaborando, ¿qué facilidades les han dado?
Existe facilidad por parte del Ayuntamiento en todo el tema burocrático en cuanto a la ayuda para los campamentos a través de cooperación internacional. Lo mismo sucede con la cesión de espacios como El Pósito o el Teatro Cervantes. Además, tanto el alcalde, como el teniente alcalde y un miembro de cada uno de los partidos políticos realizaron una visita a los campamentos en el año 2002, no han ido más, pero nos han comunicado que están interesados en volver.
¿Ve a Linares receptivo para este tipo de causas?
Sí, Linares siempre ha sido muy solidario con el pueblo del Sáhara. Linares, por naturaleza, es solidario. En algunos momentos, por algún tipo de causa, la gente es un poco reacia pero, al final, como estamos tanta gente, siempre hay alguien que se echa para delante.
En cuanto a la recepción de saharauis, que venga un niño, además de una ayuda para el propio menor también lo es para la familia del Sáhara, ¿no?
Sí, claro, es una ayuda económica para la familia de allí. La de aquí hace un desembolso muy importante como es pagar el billete del niño además de mantenerlo durante dos meses. Normalmente, casi todas las familias de acogida suelen enviar dinero a las familias del Sáhara para que pueda sobrevivir por un tiempo. Allí la vida es de otra manera, es completamente diferente a la nuestra. Nosotros vivimos en una sociedad de consumo e intentamos arrastrar a los refugiados saharauis a ella. Por lo tanto, el dinero es importante en todos los aspectos de la vida.
Y estos niños que llegan a Linares, ¿cuánto tiempo suelen quedarse?
Al principio, sólo se quedaban un mes, pero era un trauma, por lo que se cambió a dos meses. Suelen venir a finales de junio y el primer o segundo día de la Feria de San Agustín suelen irse.
¿Cómo pueden solicitar las familias esta adopción?
Lo pueden hacer a través de la página web, www.amigosdelsahara.net; por correo electrónico; y, principalmente, por el boca a boca, que es el que mejor funciona. Cualquier familia que se vea capacitada puede hacerlo, pero nosotros tenemos un perfil interno que consiste en una pequeña entrevista y, con ella, decidimos si es apta o no porque todo el mundo no lo es, por el bien de la familia y del niño, por supuesto.
Entrevista: Almudena Garrido
Fotografía: Ana Belén Portellano y Adrián Ruiz