El Doctor Francisco Valdivielso, tras leer el comunicado que la asociación Adaec enviaba a este medio, ha querido responder al mismo con el siguiente texto:
«Con sorpresa y perplejidad he leído el pronunciamiento que la Asociación Española de Afectadas de Endometriosis (Adaec) ha publicado, en este medio, en referencia a lo que afirmé en la “charla-coloquio” que sobre “Endometriosis: La enfermedad invisible de las mujeres” se celebró el pasado día 10-04-2018.
Manifiestan su desacuerdo con mi afirmación de que: “La endometriosis es una enfermedad que tiene tratamiento y que se puede curar” y me solicitan una rectificación. Me resulta difícil el comprender este desacuerdo y solicitud. Tal vez, no coinciden nuestros conceptos de lo que es un tratamiento y una curación.
No solo no rectifico, si no que me reafirmo en mis palabras. La endometriosis es una enfermedad que tiene tratamiento en cualquiera de sus tipos o estadios y frecuentemente se cura. Claro está, no siempre se consigue la curación.. Sucede lo mismo que con el cáncer. ¿Podríamos afirmar que los diferentes tipos de cáncer no tienen tratamiento?. ¿Acaso no se curan un gran número de cánceres?.
Me parece una inaceptable irresponsabilidad el afirmar que no existen tratamientos curativos o que la endometriosis no tiene cura. Estas afirmaciones suponen una falta de respeto hacia los profesionales que luchamos contra esta enfermedad, y sobre todo, hacia las numerosísimas mujeres que, con los tratamientos oportunos, han quedado definitivamente curadas de su endometriosis, han satisfecho sus deseos reproductivos, están asintomáticas y libres de enfermedad. No se les puede privar, a estas mujeres, de la satisfacción y de la tranquilidad que les supone el sentirse completa y definitivamente curadas. Nadie tiene derecho a sembrar dudas ni a atemorizarlas haciéndoles creer que la enfermedad puede volver.»
Por supuesto que es una enfermedad crónica y con tendencia a recidivar, que en sus estadios iniciales es difícil de diagnosticar, que es la causa más frecuente del dolor pélvico crónico o de esterilidad, que repercute muy negativamente en la salud física y psíquica de quienes la padecen, que limita la capacidad laboral, que deteriora las relaciones de pareja, que su curación precisa frecuentemente de tratamientos quirúrgicos agresivos en los que la mujer puede perder parte o la totalidad de uno o los dos ovarios, o incluso necesitar cirugía radical sobre otros órganos; pero, por favor, no digan que no tiene tratamiento o que no se cura.
Debemos de tener en cuenta que el 25% de las mujeres que tienen endometriosis no presentan síntomas y muchas de estas, ni siquiera necesitan tratamiento. Las endometriosis mínimas (Estadio I) o leves (Estadio II) que son la mayoría (casi el 90%) producen síntomas menos severos y pueden ser curadas con tratamientos farmacológicos o cirugías conservadoras. El embarazo, que algunas consiguen espontáneamente, y otras con los tratamientos adecuados, ya sea farmacológicos o quirúrgicos, resulta muy beneficioso para la evolución y el pronóstico de la enfermedad. Llegada la menopausia, la endometriosis deja de progresar, se estabiliza o remite y mejora la sintomatología.
Es evidente que, a pesar de todos los tratamientos farmacológicos o quirúrgicos de los que en la actualidad disponemos, en ocasiones, no podemos erradicar totalmente la enfermedad, solucionar sus problemas de esterilidad, hacer desaparecer la sintomatología, o evitar la recidiva; pero estamos en condiciones de poder ofrecer, en estos casos, una notable mejoría y posibilidad de una vida digna.
Desconozco la repercusión que mi opinión puede tener sobre la autoridad competente, a la hora de valorar una incapacidad laboral; pero no acepto el que se etiquete mi información como inexacta. Mi trayectoria profesional y, en concreto, mi experiencia con la endometriosis, me permiten ratificarme en todo lo dicho.
Adaec se pronuncia respecto a la conferencia sobre la endometriosis del pasado 11 de abril