Con motivo del 230 y 100 aniversario del fallecimiento Wolgang Amadeus Mozart, 1756 – 1791 y Camille Saint – Saëns (1835 – 1921) desde la Fundación de la Caja Rural de Jaén hemos preparado este ciclo que tiene en su esencia en unir la música y el arte.
Este año hemos elegido tres espacios de singular belleza, como son el Teatro Cervantes de Linares, el Teatro Martínez Montañés de Alcalá la Real -en el que se celebra este segundo concierto- y el Teatro Darymelia de Jaén. Lugares todos ellos con un encanto especial, en donde a principios del siglo XIX se empieza a consolidar el acto del concierto como un encuentro social, ritual, elevado y espiritual que hacía principios del siglo XX se encontraran en su momento de mayor momento de esplendor, época de la que son los teatros seleccionados.
Wolgang Amadeus Mozart, 1756 – 1791 y Camille Saint – Saëns (1835 – 1921) cuentan con varias analogías que ha hecho que los unamos en este ciclo. Ambos fueron niños prodigio, Mozart con cinco años ya componía obras musicales y sus interpretaciones eran del aprecio de la aristocracia y realeza europea. Poseían oído absoluto aquel que se caracteriza por sin leer una nota musical, ser capaz de reproducirla tan sólo escuchándola.
Mozart fue un excelente fortepianista, organista, violinista y director y es hoy reconocido como uno de los más grandes genios musicales de la historia.
La música de Camile es muy ecléctica de un gran clasicismo e incluso en algunas composiciones parte del Romanticismos medio con gran calidad de escritura. Fue también el primer compositor que escribió música pare el cine.
Ramón Grau Perales, Úbeda 1989.
Es el pianista y compositor ubetense encargado de llevar a cabo este ciclo que, pese a su juventud, ya ha ganado numerosos premios como el Marisa Montiel y el Notre Temps de Forte Piano. Titulado por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid en la cátedra de Dña. Ana Guijaro, ampliando su formación en la Universidad Ferenc de Budapestt con Jandó Jenö.
Durante el transcurso del concierto Ramón Grau Perales lo va a ilustrar con algún pequeño comentario sobre el programa. En este se ilustra la costumbre del preludio en los conciertos del XVIII y XIX, siendo la fantasía en do menor el habitual preludio de la sonata de Mozart, y en el caso de las bagatelas de Saint Saëns, el impromptu de la Suite Antígona de Grau es perfecto para preludiarlas, por el tipo de música y el estilo: improvisatorio, romántico, fugaz. Por otra parte, el programa recoge obras de inspiración fantástica, improvisatoria: la fantasía ha sido siempre un importante motor en la creación musical. Esto, que en el siglo XIX parece muy evidente, se refleja en la obra de Mozart también, quien sin ninguna duda fue un gran precursor del romanticismo pese al estilo clásico de su obra.
Este programa sobre la fantasía y el romanticismo hace que sea más que conveniente el empleo de un piano de 1839 que hemos elegido para este ciclo, para acercarnos a los sonidos que un joven Saint Saens escucharía al tocar sus propias obras y las obras de los que ya en su época eran grandes clásicos, como Beethoven, Bach o el propio Mozart.
Es un Piano Broadwood de 1839 una pieza de colección que va a hacer que nos traslademos a la época en que se construyeron estos teatros finales del XIX, principios del XX.
Un espacio de comienzos del XX junto con un piano de 1839 nos devuelven la magia que se podía respirar en los conciertos románticos, en esta ocasión con la voz de Saint Saens y los ecos de unos de los primeros impulsores del romanticismo, Mozart.