Dicen que ‘Año nuevo, vida nueva’ y eso es lo que parece que va a pasar en el Santuario de la Virgen de Linarejos. Tras la marcha de los padres franciscanos, después de siete décadas al frente de la gestión de la ermita de la Patrona de Linares, parece que el Obispado de Jaén ya ha encontrado una solución sobre quién continuará ahora con su gestión.
En estas semanas, el Obispado está estudiando una relación de familias que podrían seguir con la labor que hacían los religiosos en uno de los templos más importantes de la ciudad.
En este sentido, desde la Hermandad de la Virgen de Linarejos apuntan a que se está arreglando una de las habitaciones del Santuario para que pudieran vivir allí un matrimonio que cogería las riendas de la ermita y, por tanto, se ocuparía de su mantenimiento y gestión. Respecto a cuando se instalará el matrimonio en el Santuario, desde la cofradía aseguran que es algo que depende del Obispado pero que será, previsiblemente, en enero. No obstante, el normal funcionamiento y los cultos que se oficializan en el templo no han sufrido variación alguna desde la despedida de los franciscanos. Era uno de los objetivos de la cofradía y así se está cumpliendo, debido al volumen de vecinos que visitan el santuario a diario y la gran devoción que existe hacia la Virgen de Linarejos.
Desde hace unas semanas es el párroco de la iglesia de ‘El Buen Pastor’ es el que se encarga de los cultos religiosos, una labor que compagina con los que oficializa en esta parroquia y en la de Guadalén. Él también se encarga de pasar parte del día en el Santuario, aunque los hermanos de la cofradía también le echan una mano en la apertura y cierre del templo.
Tras la marcha de los padres franciscanos se barajaron otras congregaciones para que pudieran continuar con su labor y, aunque se habló de la Congregación Apostólica de religiosas de Castillo de Locubín, finalmente se ha optado porque sea una familia la que se instale en el templo y releven a la congregación, que sufre una falta de vocaciones. Jéssica Soto. IDEAL.
